Hace como uno año publiqué mi librito de anécdotas del pasado, no sabía que título ponerle, hasta que Nicolle una amiga de mi hija me dijo ¿A Quién le Importa? y así quedó en forma definitiva. Mi hija Renata me diseñó la gráfica de la tapa y contratapa.
Imprimí 100 ejemplares de los cuales me quedan muy pocos, así que decidí subirlo a mi Blog para que todos lo puedan leer si es que les importa...
¿Existe Dios?
Imprimí 100 ejemplares de los cuales me quedan muy pocos, así que decidí subirlo a mi Blog para que todos lo puedan leer si es que les importa...
¿Existe Dios?
El
otro día escuchando y viendo un programa científico de Stephen
Hawking en uno de los canales Discovery, le escuché aseverar que
Dios no existe y da una prueba fundamental desde su punto de vista.
Dice que si retrocedemos al inicio del “Big Bang”, hace como 14
mil millones de años atrás, y nos remontamos un poco antes todavía,
en el universo no había nada, por lo tanto Dios no existe porque no
podría estar. Será muy Stephen Hawking, pero para mí eso no es
suficiente, primero que nada la teoría del Big Bang es solo una
teoría, inclusive han salido otras nuevas como la teoría de las
cuerdas que derribaría o al menos cambiaría en parte lo del Big
Bang.
Todo
esto me recuerda cuando en una reunión social había un clérigo y
cerca un científico que no creía en Dios y para molestar al hombre
de Iglesia decía en voz alta “No
he podido demostrar científicamente la existencia de Dios...”,
ante lo cual el religioso se da vuelta y le dice “yo
tampoco he podido demostrar teológicamente la cuadratura del
círculo…”
haciéndole entender que la ciencia es la ciencia y la fe es la fe.
En todo caso yo soy hombre de fe y creo en Dios, pero igual me
pregunto a veces, cuando dudo, si Dios realmente existe, pero solo
con mirar la complejidad del universo y de la vida misma, se me
disipan todas mis dudas.
La
C Redonda
En
aquel tiempo (como comienzan los evangelios) decíamos que la palabra
viento se escribe con “v” corta o de vaca y bonito se escribe
con “b” de burro. Hoy todo ha cambiado, la “v” corta se llama
uve, la doble ele se llama algo así como “lle” y la hache menos
mal que sigue siendo muda y gracias a la cantante brasileña Xuxa,
estamos cambiando la “ch” por “x”, cuando alguien te insulta
te dice ándate a la xuxa. Los “rascas”, como dicen algunos, la
pronuncian “sh” Alguien cercano me informa que ahora las letras
han cambiado casi todas de nombre y se pronuncian fonéticamente, ya
es demasiado para mí, no pretendo cambiar y para mí siempre será
“v” corta o “b” de burro. Imagino que estos cambios los
hicieron los genios de la educación para mejorar la comprensión de
los alumnos, pero viendo los resultados me doy cuenta que le hacen
honor a la letra “b” de burro. Pensemos que cuando se comunican
por las redes sociales utilizan nuevos signos para comunicarse entre
ellos y están creando un nuevo idioma, que a veces para nosotros es
difícil de entender. Les cuento que en el negocio de un amigo había
un empleado que cuando uno le preguntaba algo, respondía con una
pronunciación tan mala que nada le entendíamos, le decíamos “el
Zulú”, daba la idea que hablaba en una lengua africana,
inentendible para nosotros. Pero francamente creo que para ponernos
de acuerdo no es necesario hablar o pronunciar bien, pensemos en que
los estadistas del mundo hablan a la perfección varios idiomas y
nunca se ponen de acuerdo.
Cuadro
Viral
Cuando
yo era niño y nos sentíamos mal, nuestros padres nos llevaban al
doctor, quien nos examinaba con su estetoscopio, nos miraba la
lengua, la garganta y nos hacía decir “33” y sin tomarnos algún
tipo de exámenes sumamente caros, decía… “el niño tiene
paperas…” o “el niño tiene sarampión…”, sus diagnósticos
eran claros y precisos. Cuando nacieron nuestras hijas y manifestaban
algún tipo de malestar, igual que nuestros padres las llevábamos al
doctor, que las examinaba a una velocidad asombrosa, atendía como si
fuera a tomar el tren y a continuación pedía un cerro de exámenes,
pasaba una semana y volvíamos, el médico revisaba los exámenes y
decía… la niña presenta un cuadro viral, que traducido al
castellano quiere decir…”no tengo idea que tiene”. Parece que
mientras más avanza la medicina o más saben, sus diagnósticos son
más imprecisos. Recuerdo que una vez dijo que la Marcelita tenía
cefalea, lo mismo que dolor de cabeza… o que la Renata tenía
indigestión… le decía al médico, que ya sabía que le dolía la
cabeza o tenía diarrea por eso la había traído a su consulta para
saber cuál era la enfermedad que producía esos síntomas y no que
me repitiera lo que ya sabíamos.
Ahora
está de moda echarle la culpa al estrés, cualquier dolor que uno
tenga… el médico nos dice que estamos estresados... no sé a dónde
vamos a llegar, lo único que les puedo recomendar… es que no se
enfermen por favor.
Si
Cervantes nos Oyera
El
otro día recordé la anécdota de José
Ortega y Gasset cuando
daba una conferencia y dijo “Chaquespeare” al
más puro estilo castellano, por supuesto todos se burlaron, así que
agregó; “Disculpen,
no sabía que todos hablaban inglés” y
dictó el resto de la conferencia en un perfecto lenguaje digno de la
mejor obra de Shakespeare.
En
nuestra vida diaria, sin motivo alguno ocupamos muchas palabras
inglesas, a pesar que nuestro idioma castellano tiene hermosas
palabras para expresar cualquier idea y sentimiento. Esto me recuerda
un jefe que cuando hacía las reuniones siempre en algún momento de
ella decía;
“Y como dicen los americanos… y se largaba la frase cliché”,
no se para que lo hacía, a lo mejor para que supiéramos que sabía
inglés. En otra reunión había el típico ingeniero comercial joven
que decía;
“vamos a hacer un paper o
mandemos un mailing
al dealer
del market
y al boss
del retail,
francamente espantoso.
En las reuniones de trabajo había que hacer un break y
servirnos el catering.
Me cuesta entender que digamos Bulling,
cuando existe un término perfecto en castellano; “matonaje
escolar”.
Para que hablar de la cantidad de carteles publicitarios en los
negocios; Delivery,
Fast Food, Outlet,
parece que estuviéramos en New York. Ahora algunos tienen Personal
Training,
me imagino que un entrenador personal debe ser “picante”, usando
un modismo chileno. Para que hablar de los niños, con nombres de
artistas de Hollywood… Kevin,
Richard, Fergie, Telly y
muchos más que harían una lista inmensa al nombrarlos todos.
He
pensado a veces si esto sucederá en otros países de lengua inglesa,
en que un ejecutivo dijera; “Y
como se dice en castellano…”,
o algún ciudadano de esa nación usando palabras en castellano, no
creo, lo nuestro es producto de nuestro subdesarrollo mental para
algunas cosas. Cuando escucho a los que dicen estas frases me
recuerdo la canción de “Los Prisioneros” que dice; “porque
no se van del País…”
Se
me quedaban afuera los siúticos que van el fin de semana a
practicar Trekking o
hacer Footing.
Y para finalizar, nuestro máximo premio del rodeo se llama
Premio Champion y
el perro de Condorito Washington…
Bueno eso sería todo, me voy a comer un sandwich,
leyendo un Best
Seller y
si me aburro haré algo de zapping en
la TV, ¿estamos Ok?...
Nuestro
Play Station
Visitando
a mi amigo Mario, propietario de una prestigiosa tienda de libros
usados en la calle San Ignacio de Valparaíso, me encontré
nuevamente de vuelta hacia el pasado, pero esta vez no por los miles
de volúmenes que atiborran los endebles estantes que se asemejan a
la arquitectura de los cerros porteños, se debió a que tenía en su
poder tres pequeños jugadores plásticos de fútbol, ganados en
algún concurso de bebidas en el año 1962, parte del marketing de la
época a propósito del mundial que se jugaba en Chile. Me trajeron
muchos recuerdos estas figuritas, que tienen diferentes poses de
ataque o defensa durante un partido.
Recuerdo
que en ese tiempo yo estaba en cama enfermo de algo que ya no
recuerdo y mi papá mandó a construir una mesa para comer sin tener
que levantarme y que no era como las de ahora que venden en las
grandes tiendas, esta era de una sólida base de fierro, con una
maciza cubierta de madera verdadera, que tenía alrededor un marco
para que no se cayeran las cosas, era de color verde como el pasto.
Yo
había coleccionado esas figuritas con mi gran amigo de infancia
Jaime del cual nunca más he sabido. Sobre mi mesa de enfermo,
dibujábamos con tiza los trazos de una cancha y con cartulina
construíamos los arcos. Cada jugador era pegado sobre la cubierta
con plasticina y con el poto de un lápiz Bic apretábamos un botón,
no electrónico, que era de camisa y que se deslizaba por la cancha,
perdón por la mesa, y al que le quedaba más próximo de su jugador
realizaba el siguiente tiro. Era realmente emocionante, se armaban
grandes discusiones para ver quien estaba más cerca de la pelota, o
mejor dicho del botón para poder tirar. En el momento que el arco
contrario era vencido por un tiro maestro, gritábamos como cuando
Wanderito a lo lejos mete un gol y el dormitorio se venía abajo y mi
mamá gritaba porque pensaba que me podía afiebrar. Fueron días
enteros en que nos entreteníamos con este juego. Me pregunto ¿qué
dirían los niños de hoy si nos vieran en alguna vieja fotografía
que nunca se tomó jugando esos partidos?, a lo mejor se reirían de
nosotros o tal vez algunos tratarían de imitarnos, yo estoy seguro
que esto último es lo que harían, a pesar de los super play station
con infinidad de juegos en 3D y de un realismos casi satánico como
decía una abuelita por ahí.
Lo
Nuevo, lo Viejo y lo Clásico
El
otro día viendo un programa en que rematan boxes llenos de
mercadería, alguien dijo al sacar uno de los discos LP de vinilo;
“Mira
este es un clásico…”,
pensé que en la vida algunas cosas tienen varias etapas, hasta
cierto tiempo son nuevas, después viejas y algunas se transforman en
clásicos. En mi casa tenía varios muebles que se eliminaron por
viejos, hoy en la perspectiva del tiempo me doy cuenta que serían
clásicos muebles Art Deco y costarían más que uno nuevo. Recuerdo
cosas que botamos; revistas Life, una colección de Ecranes, revistas
Ritmo, Pingüinos, Cancán, lámparas, radios, bicicletas, ropa,
libros, etc., en fin un verdadero almacén de cachureos que hoy
serían clásicos y me permitirían montar un espléndido negocio de
“Antigüedades Clásicas Centeno y Cía”.
Al
ser humano le debe pasar lo mismo, cuando nacemos somos nuevos, más
tarde adolescentes, adultos, maduros y al final viejos. Algunos a lo
mejor se transforman en clásicos, pero como define el diccionario la
palabra; “Se
aplica al autor u obra que es considerado como modelo digno de
imitación”: por ejemplo… esta
película es un clásico de la ciencia ficción…
El problema es que algunos no llegan más allá de viejos y nunca se
transforman en un clásico. También hay algunos clásicos que cuando
eran nuevos los despreciaban por ignorancia o porque la gente no los
entendía, un caso era Peter Tchaikovsky, del cual hoy nadie podría
decir que no es un clásico.
En
forma desordenada me llega a la memoria que cuando era niño, íbamos
al colegio con lapiceras “Parker 51”, tuve varias de ellas que
terminaron en la basura por maltrato y el resto perdidas en la vida,
hoy se coleccionan y valen una fortuna, así que basado en esa
experiencia no hay que botar nada, a futuro podría ser nuestro
seguro para la vejez. Todavía tengo algunas cosas que he guardado
por si valen en el futuro, tengo una transistor de los 60 que ya se
transformó en clásica y varios vinilos de los famosos de la misma
época. Hace años me regalaron el disco de René de la Vega “Chica
Rica”… también lo he guardado, en el futuro lejano a lo mejor se
transforma en un clásico millonario, nunca se sabe. También guardo
al esqueleto del viejo “Robot “Tongas”… a lo mejor cuando
esté más viejo lo vendo y me hago millonario… ojalá Dios me
escuche…
En
que nos divertíamos
El
otro día recorriendo el Facebook, alguien escribió; “Estoy
aburrido…”, me puse a recordar en lo que nos entreteníamos
cuando éramos niños, la principal actividad era andar en bicicleta,
nos juntábamos a donde yo vivía frente a la Universidad Católica
de Valparaíso, unos 15 amigos ciclistas. Un día organizamos una
carrera en torno a la manzana y la hermana de un amigo le prestó su
flamante bicicleta a un vecino, comienza la carrera y todos
desaparecen en la esquina, pero a los 2 minutos vuelve mi amigo con
las rodillas rotas y la bicicleta completamente destrozada, sin
rayos, con la cadena cortada y el hermoso farol niquelado partido en
dos, recuerdo que la hermana de mi amigo se puso a llorar
copiosamente y nadie la podía consolar. Como en ese tiempo no había
mucho tráfico, jugábamos a la pelota en los callejones que hoy
están repletos de autos. También íbamos a las “Torpederas” a
ver la “Piedra Feliz”, famosa entonces y que en la década del 70
alguna autoridad sin saber lo que era el turismo, la mandó a demoler
para evitar que se suicidara gente arrojándose al mar, yo en mi caso
la hubiera elevado más para que se transformara en un ícono mundial
así como en Acapulco se arrojan los clavadistas, aquí serían
famosos los suicidas y el lugar sería visitado por miles de
turistas. También nos entreteníamos escuchando radio,
principalmente el “Doctor Mortis” y la “Tercera Oreja”, para
ello nos juntábamos en la casa de una vecina y dispuestos
cómodamente en los sillones del living, a media luz oíamos las
fantásticas aventuras del radioteatro, para lo que había que
utilizar la imaginación. Me recuerdo que fumábamos “Hilton King
Size” y bebíamos “Coca Cola”. Otra entretención era la
lectura, yo era y soy fanático de Julio Verne, leí casi todas sus
obras, “Viaje al Centro de la Tierra”, “20 Mil Leguas de Viaje
Submarino” y como 80 más. También me entretenía tomando fotos
con una vieja cámara con rollo que todavía tengo. A veces leía la
enciclopedia “Barsa”, que fue mi fiel compañera durante mi
secundaria, era algo así como el Google de hoy. Tocábamos guitarra
y teníamos un conjunto, nos llamábamos “Los Jóvenes”, si nos
juntáramos hoy seríamos “Los Viejos”, pero de espíritu joven.
También íbamos a pescar a la “Costanera” a la altura de la
estación “Bellavista”, que hoy se debiera llamar “Malavista”
por la cantidad de containers. Leíamos el “Condorito”, el “Pato
Donald” y comprábamos en la feria a un charlatán una crema que se
aplicaba a las revistas y uno traspasaba los dibujos al papel o a la
piel, eran como los primeros tatuajes de la época nuestra. También
cambiábamos revistas en la misma feria de la Avenida Argentina con
otros niños que andaban en las mismas. El día Domingo íbamos a la
matiné del “Teatro Victoria” a ver películas de vaqueros o de
monstruos terroríficos que no nos dejaban dormir. En el pasaje
Quillota estaba el “Teatro Chile”, que era más picante que un
ají rocoto. La gracia era que no tenía censura y dejaban pasar a
todos, veíamos las películas de mayores de 21 años donde aparecían
la Bardot, la Cardinale y otras bellezas exuberantes que tampoco nos
dejaban dormir. Aunque parezca increíble, jugábamos al
“Bachillerato”, que consistía en que uno del grupo decía el
abecedario, de repente gritábamos “Stop” y usábamos la letra en
que iba para buscar capitales, países, frutas, nombres, canciones,
etc. En fin, eran muchas las maneras de divertirnos, hoy solo puse
algunas que me acordé al vuelo, quedaron muchas en el tintero o
mejor dicho en el “toner” de mi “láser jet”, lo que queda
claro era que la diversión dependía exclusivamente de nosotros y
nuestra imaginación.
Los
Pezones
Durante
esta Teletón, en la noche de las vedettes, aparecieron en pantalla
hermosas animadoras prácticamente en cueros, salvo algunas de ellas
por las estrellitas que le tapaban los pezones, eso me recordó que
cuando era niño, en el cine “Condell” había un afiche de una
película que se llamaba “Ese Cuerpo Tan Deseado” y salía una
actriz semidesnuda, pero con estrellitas en los pezones, también en
el diario “La Estrella” de la época, que en ese tiempo era como
el tabloide “top” del momento, en la sección cines, veíamos
varias actrices de generoso busto y en la publicidad del “Gordito
de la Noche” la misma cosa, pero con las famosas estrellitas en los
pezones. Por supuesto que yo nunca había visto uno en la vida real y
me imaginaba que debían ser diferentes al de los hombres, nosotros
podíamos mostrarlos y las mujeres no. También me recuerdo que en el
Estadio Valparaíso, donde Wanderito le cuesta tanto ganar y nos hace
sufrir, vemos en la entrada unos atletas desnudos, a los que se les
aprecia el aparato genital masculino, pero en reposo, al igual que el
trasero, eso también me llamaba la atención, ¿porqué las mujeres
no podían en estatuas mostrar sus genitales, pero si sus senos con
pezones de mármol o bronce esta vez incluidos?, era realmente raro.
El
cura en el colegio nos decía que el sexo y el cuerpo humano desnudo
era tentación del demonio y que nos podía hacer caer en pecado y
nos convertiríamos en unos imbéciles, cosa que no me afectó,
porque a pesar de haber caído innumerables veces en pecado no
desarrollé ninguna enfermedad psiquiátrica, o al menos eso creo.
Bueno, pero volviendo al tema, yo me imaginaba que los pezones de la
mujer debían ser parecidos a los nuestros, lo que me recuerda el
chiste del huasito que estaba dibujando en una muralla en el campo,
una mujer desnuda con tres o más pezones en cada seno, igual que una
vaca, el papá lo mira y piensa… parece que voy a tener que
enseñarle educación sexual a mi hijo….
Yo
pensaba, debido a las enseñanzas de la oscura inquisición que nos
acechaba en el colegio, que los pezones eran pecaminosos. Hoy he
calculado el tamaño del pecado, multiplicando Pi
* r^2, obtengo la superficie del círculo, o sea en este caso la
superficie del pecado, para este caso sería radio de 1,5 cm * Pi, lo
que da un área de pecado de 4,71 centímetros cuadrados y como son
dos pezones una mujer promedio tendría un área de 9.42 centímetros
cuadrados de pecado…
El
Mal de Diógenes
El
otro día celebramos el cumpleaños de nuestras hijas y cuando
comprábamos las serpentinas y globos, a mi mujercita se le ocurrió
la idea de llevar unos platos plásticos desechables de varios
colores que eran muy bonitos. El día de la fiesta cuando servimos la
torta usamos los platos, todo iba normal hasta que cuando ordenábamos
la casa, mi esposa empezó a guardar los platos para lavarlos…
¡nooo! le grité, o al menos lo hice en mi imaginación, no los
laves hay que votarlos, son DESECHABLES, me costó convencerla y de
mala gana los votó. Al día siguiente, pensando en la anécdota de
los platos, realicé un recorrido por la casa, encontré botellas
desechables, vasos desechables, platos desechables, cubiertos
desechables, manteles desechables, servilletas desechables, diarios,
cajas vacías, recortes de géneros, tarros y frascos vacíos, un par
de radios malas, una juguera dada de baja, una máquina de moler
carne que ya no sirve, libros viejos, herramientas oxidadas,
ampolletas quemadas, corchos suficientes para una embotelladora de
vino, tapas de botellas, restos de computadores, relojes de cocina
averiados y una infinidad de cosas que ya son solo cachureos. Después
de meditar unos 5 segundos, llegué a la conclusión que tengo el mal
de Diógenes. Mi hija me recordó la historia que varias veces le
había contado… que cuando yo era niño un día me mandaron a la
matiné del “Teatro Victoria” a ver una película de monstruos o
alguna parecida y al volver a la casa me habían ordenado la pieza y
botado todos mis tesoros, perdón, cachivaches, de ahí venía según
ella mi trauma infantil. Una vez detectado el origen de mis males,
decidí tomar el toro por las astas y poner punto final a la
situación, tomé todas esas cosas inservibles, las seleccioné por
categoría y las metí en cajas y aunque ustedes no me crean…
después de mirarlas un rato pensé que a futuro podrían servirme y
¡no las boté!, me las llevé a mi taller que tengo en Valparaíso
en un garage y las guardé ordenadas por si las moscas, inclusive
pensé en algún momento programar una base de datos nueva en el
computador, que se podría llamar “Diógenes Office, V.1.0”, para
tener un control total del stock. Tal vez se podría interesar Bill
Gates y me hago millonario. Se me ocurre que a lo mejor soy el primer
cachurero del mundo en tener todo clasificado en un PC, creo que
merezco una entrevista de alguno de los canales “Discovery”.
Gracias
Atari 800 XL
Hace
muchos años, a inicios de la década de los 80, fui donde un
matrimonio amigo de visita con mi mujer y mis hijas. Después de un
opíparo almuerzo pasamos al living a descansar y hablar de la vida y
otras cosas. En un momento de la tarde comenzamos la retirada a casa
y justo cuando paso por un mueble del comedor, veo un aparatito
parecido a una calculadora, pero con una pantalla digital de esas en
blanco y negro, le pregunto a mi amigo ¿Qué es esa cuestión? Y me
responde en un tono altanero… “es un computador…”, ¡Qué! le
replico, si es un computador de bolsillo. En realidad era una
calculadora Casio que se podía programar en Basic. Se lo pido
prestado un momento, lo examino y le pido el manual, que comienzo a
leer y aplicarlo al “computador”. Para abreviar la historia; eran
ya las once de la noche y mi esposa me pedía que nos fuéramos,
porque las niñas tenían que ir al jardín al día siguiente. Esa
noche no pude dormir y a primera hora me dirigí a la Avenida San
Martín en Viña del Mar, a “Coelsa”, que era el distribuidor de
Atari en la zona. Pregunté el valor del equipo y valía algo así
como 120 mil pesos, una fortuna para esos años, pagué al contado 40
mil y firmé dos letras a plazo. Ese mismo día empecé a programar
en Basic y me di cuenta de la potencialidad del equipito, hablé con
Roberto Nicolini y comenzamos una sección de computación en el
programa que fue un éxito y que luego se transformó en Tongas,
inclusive vendí en esos años a muy buen precio un logo deportivo a
Chilevisión, todo un logro para un Atari 800. Además el rector del
Colegio Mackay, Nigel Bluckburn, me vio en la TV y me llamó para
contratarme a cargo de la academia de computación y robótica del
colegio, donde estuve varios años junto al profesor David Dunsmore.
Allí fabricábamos interfaces para mover motores, luces y toda
suerte de artilugios mecánicos y electrónicos. También instalé en
el Sporting de Viña del Mar un sistema con el Atari para poner en
las pantallas los detalles de las carreras, software que también
vendí a la empresa. Realmente me abrió este aparatito un montón de
posibilidades que las fui aprovechando. Sin falso orgullo, creo que
fui un adelantado de la época, aunque hoy día sea probablemente un
atrasado de la época. Recuerdo que compré a través del tiempo
una cantidad increíble de computadores, por lo menos debo haber
tenido unos 20 de ellos, inclusive hubo un tiempo en que tenía
simultáneamente cinco funcionando en diferentes tareas.
Hoy
ya me aburrí de comprar equipos y tengo modestamente un PC del año
2004 que me funciona a las mil maravillas, lento pero seguro, no
temas ir despacio, solo teme no avanzar… esos son mis lemas de hoy,
en que veo la vida más relajado y tratando de disfrutarla a concho.
Mi
Primera Máquina Fotográfica
Estaba
esperando el trolebús para irme a casa, el paradero quedaba a las
puertas del antiguo teatro Valparaíso, donde hoy funciona una
maldita multitienda. De repente aparece un compañero de curso y me
dice sin preguntarle “voy a mi laboratorio fotográfico” ¡Qué!
digo rápidamente y me dice si, a mi laboratorio a revelar una fotos.
Por supuesto que mi naturaleza bastante curiosa desde niño no pudo
más… ¿me podrías invitar a conocer “tu laboratorio”…?
claro, vamos. Lo seguí ansioso a su domicilio que quedaba a pocas
cuadras del colegio. Nosotros íbamos en sexto año de humanidades
en “La Salle” de Valparaíso. Entramos a un segundo
piso donde nos recibió su mamá muy atenta y pasamos a su pieza que
tenía una escalera en la muralla que permitía subir a un sucucho,
perdón, a un laboratorio, allí tenía fabricada con cartón, madera
y una vieja cámara fotográfica de fuelle una maravillosa ampliadora
de fotos, me enseñó el proceso de tomar una fotografía, sacar el
negativo a oscuras y meterlo en el revelador y el fijador, después
de unos minutos prendió la luz… ¡milagro!, aparecieron unas
imágenes negativas en la película, no lo podía creer. Con un
antiguo secador “Somela” (en ese momento era nuevo) eliminó la
humedad de la superficie de la película, encendió la luz roja y la
puso en la ampliadora, proyectó la imagen en un papel fotográfico y
la dejo encendida por unos segundos, luego tomó el papel y lo
sumergió en el revelador, mágicamente, o al menos eso yo creía,
comenzó a verse suavemente la imagen de la película,
pero esta vez en positivo y luego unos minutos al fijador. Quedé
realmente impresionado, anoté lo necesario para comprar todos los
líquidos, papeles y lo que fuera necesario, partí rápidamente a
“Forestier”, que era la tienda fotográfica de moda en ese
momento. Cuando llegué a mi casa le puse película a la máquina
fotográfica de mi hermana, quise tomarle una foto a la nana y huyó
despavorida, luego seguí con un vecino y a todos los que se
quisieron poner al frente de mi lente, me sentía un verdadero
director de cine. Repetí el proceso que me enseñó mi amigo y logré
unos hermosos negativos. Mi mamá creyó que yo era un genio, por
supuesto que no la desmentí y me aproveché de la situación para
obtener más capital para mi laboratorio… Así comenzó todo, llegó
fin de año y aparecieron las listas con las carreras de las
distintas universidades, por supuesto mi primera elección fue la
carrera de cinematografía, mi hermano me decía no postules a esa
carrera rara, te vas a morir de hambre… pero conté con el apoyo
del resto de la familia y me convertí a la larga en director de
Televisión, realizando casi toda mi carrera en Canal 4 de Valparaíso
y Mundo Mágico. Han pasado casi cuarenta años y todavía recuerdo a
mi compañero cuando me dijo en tono casi altanero…”voy
a mi laboratorio fotográfico…”
Mi
Primera y Última Fiesta
La
primera de seguro fue el día de mi nacimiento, o al menos eso espero
que hayan hecho mis padres al tener la inmensa alegría que yo
naciera. No pude asistir, venía atravesado y como en ese tiempo se
usaban los partos naturales, me tuvieron que extraer con “forceps”
y quedé muy machucado. La segunda fue el día de mi bautizo y como
era de esperar, la guagua festejada es la única que no asiste y la
mandan a dormir apenas empieza la fiesta.
Recuerdo
también que cuando tenía como 8 años un vecino de la misma edad me
invitó a su cumpleaños, era tan grande mi alegría que partí como
dos horas antes a la fiesta, cuando llegué le estaban cambiando la
ropa… se había hecho caca. Lo terrible vino después, tenía un
maravilloso autito a fricción “made in japan” del cual me
enamoré a primera vista, cuando volví a casa mi mamá me pregunta
¿de quien era?, le conté que de mi amiguito y se lo había sacado
del velador, en ese tiempo no existía la psicología ni los derechos
del niño ni de las minorías de algún tipo, rápidamente un
cachuchazo y a devolver el autito. Al llegar toqué a la puerta, con
mi madre a mis espaldas, y lleno de vergüenza confesé mi primer
crimen que gracias a Dios y a unos buenos palos, no fue el inicio de
una carrera delictiva.
Bueno,
esas fueron las primeras fiestas que recuerdo, pero verdaderamente la
primera fue en el Hotel Miramar como en el año 1965. Era una fiesta
de curso, nosotros éramos los más chicos del lugar, inclusive al
pasar al lado de unos tipos grandes con pinta de matones nos dijeron…
“parece que esta es una fiesta infantil”, casi me muero de
plancha y de seguro que esos tipos apenas tenían 18 años pero a mí
me parecían ancianos. Lo más importante de la fiesta es que el
grupo musical que tocaba eran nada menos que los “High & Bass”,
o sea los “Jaivas” actuales. Me acuerdo que tocaban de todo y en
un momento interpretaron una ranchera mexicana y se pusieron esos
sombreros enormes igual que mariachis. En el momento más inesperado
el baterista comenzó un solo de batería, era tan extraordinario que
comentamos con los amigos… ¡este gallo toca mejor que Ringo
Starr…! Después de muchos años tuve la oportunidad de conversar
con uno de los “Jaivas”, le conté la anécdota y se acordaba de
esas fiestas en el Miramar cuando recién comenzaban.
En
mi vida, aparte de muchas fiestas, recuerdo especialmente la de mi
matrimonio en la Casa Italia de Viña del Mar. Todo fue fantástico,
con varios que se fueron en calidad de bulto, otro que chocó el auto
a la salida, uno que le pegó una cachetada a la polola por coquetear
con un amigo y lo peor lo supimos al día siguiente, el tío Ítalo
se murió de un ataque al corazón en el estacionamiento, fue el
broche final de la fiesta y así finalizó la boda, gracias a Dios y
para descanso del bolsillo de mi hermano, Los únicos que no se iban
eran los del Canal y había que estar pagándole extra a la orquesta,
que en ese tiempo no era como ahora; un solo fulano con computadora,
eran como 7 músicos que además “comían como sabañón y chupaban
como orilla de playa”.
La
última fiesta, que me imagino me falta todavía bastante para ir,
será igual que la primera, no podré estar presente, estaré en el
cementerio y me imagino que mis amigos de juerga la organizarán como
tantas veces lo hemos conversado.
HP...
(Power Horse)
Muchas
veces me han preguntado cómo funcionaba el Robot Tongas,
si era eléctrico y tenía algún motor... La verdad de las cosas es
que el sistema de tracción de Tongas, era nada menos que
a "patita" y
Roberto algunas veces hacía el papel de una grúa que sacaba o ponía
la parte superior de la cabeza, para que yo entrara o saliera de la
máquina infernal. Yo quedaba sentado como en un banco de madera y
los pies quedaban justos tocando el suelo, hacía como que caminaba y
el robot se movía.
De
las cosas que recuerdo era que cuando terminaba la grabación a veces
me dejaban en broma encerrado y apagaban la luz del estudio, hasta
que alguien de buena voluntad me sacara. Otra anécdota que se
me viene a la memoria es que cuando recién estábamos grabando los
primeros capítulos, tengo una discusión con el productor y dejo
botado el robot, este trae a un asistente para que me reemplazara,
pero sucedió, gracias a Dios, que era más chico que yo y le
quedaban los pies colgando, así que rápidamente me llamaron y volví
en gloria y majestad a mi papel de operador de robot... casi me pasa
lo que le sucedió al Beatle que se retiró antes que fueran
famosos... jajaja. La situación más divertida fue cuando estábamos
en medio de una grabación, avisaron que venían unos niños de un
colegio a visitarnos... rápidamente me metieron dentro de Tongas, me
puse los guantes y entraron los niños corriendo como estampida de
ganado, que tantas veces vimos en las matiné del barrio, pero
volvamos al tema... Los niños rodean a Tongas y empiezan a hacerle
preguntas... uno de ellos me toma la mano e intenta quebrarme un dedo
para ver si yo era un Robot verdadero, pego un grito y una de las
productoras corre en mi auxilio y se los lleva a otra parte del
Canal. Casi soy el primer Robot de la Galaxia con un dedo fracturado.
Hágalo
Usted Mismo
En
la década del 60, tener una guitarra eléctrica era casi imposible
para el común de la gente, pero yo la tuve... Un amigo del colegio
llegó con la silueta de una guitarra en cartulina. Rápidamente
fuimos a una barraca de madera en la calle Colón de Valparaíso y
compramos un grandioso tablón de raulí, una noble madera
prácticamente desaparecida de la mayoría de las barracas de la zona
y que si hoy la tuviera, al venderla me podría comprar una hermosa y
perfecta guitarra eléctrica china, pero sin el sabor que plantea la
Mecánica Popular en su frase; "Hágalo
Usted mismo". Llegando
a casa la cortamos con una sierra manual, fue un trabajo casi de
esclavos egipcios construyendo pirámides. Estuvimos varias horas
hasta que el contorno quedó perfecto. Después de lijarlo cientos de
veces, la llevamos a un pequeño negocio que quedaba frente a la
Plaza O'Higgins, donde estaba el último de los lutiers de la zona,
para que le pusiera los trastos. Durante la espera de varios
días, compramos en "Casa Amarilla" de Avenida Pedro Montt,
hoy también desaparecida, la cápsula que transformaba el sonido de
las cuerdas metálicas en impulsos eléctricos y así poder
conectarla a un amplificador, que por supuesto no teníamos, pero eso
no era problema, en mi casa había una gran radio RCA Víctor que en
su parte posterior tenía una conexión para micrófono. Conectamos a
escondidas de mi mamá la guitarra y la primera canción que se me
ocurrió tocar fue "Satisfaction" de
los Rolling Stones. El punteo sonaba distorsionado por el parlante
que era de mala calidad, pero eso le daba un sonido igual a la
guitarra de los Stones y mi amigo presa de entusiasmo dijo que sonaba
mejor que la guitarra de nuestros ídolos... Hoy de esa guitarra no
queda nada, solamente una silueta en la muralla de un viejo garage de
Valparaíso en que la pintamos con bombas para echar tánax a las
moscas y que usábamos como improvisadas pistolas para pintar,
en ese tiempo los sprites de ahora no existían o eran carísimos, la
prueba era que nadie los usaba para rayar murallas, hubiera costado
un ojo de la cara. Para terminar la historia, les cuento que mi amigo
nunca fabricó la guitarra y no pudimos tocar juntos, lo que permitió
a la larga que se salvaran los famosos Stones y por supuesto los
sufridos vecinos del barrio...
¡Viva
el ingenio, vivan los Rolling Stones!
El
Mentiroso Photoshop
Antiguamente
uno conocía a las personas a través de revistas o de la televisión
tal como eran, hoy eso ha cambiado notablemente, he visto en carteles
políticos candidatas más hermosas que la Marilyn Monroe y
postulantes a los partidos políticos más pintosos que Brad Pitt.
Estamos viviendo un mundo de mentiras, ya nadie es como realmente
es.
Yo
cuando era niño y no tan niño mis fotos generalmente eran un
cercano reflejo de la dura y triste realidad. El retoque
prácticamente no se hacía, era demasiado caro. Había algunos
artistas que lo hacían directamente sobre la fotografía y
aprovechaban de pintarlas cuando eran en blanco y negro. Me ha
pasado varias veces que me he encontrado con algún personaje público
y he quedado impactado pensando que tiene un cáncer avanzado u otra
enfermedad grave, todo esto producto de la imagen celestial que uno
tiene a través de los retoques del Photoshop. Creo que debiera haber
una ley (a pesar que tenemos tantas que no cumplimos), que no
permita (de
nuevo estamos prohibiendo) el
uso de Photoshop para hermosear la realidad, aunque algunos amigos
diseñadores se quedaran con menos pega. Así sabríamos de qué
estamos hablando y no nos llevaríamos sorpresas desagradables.
He
visto más de alguna vez candidatos junto a un personaje importante
del mundo de la política, sabiendo que este último no conoce al
candidato ni en pelea de perros. Solo por
milagro "Fotochopiano" aparecen
juntos, es como si el perfil de mi facebook lo compartiera con algún
líder como Mao, Obama, Piñera, Bachelet o Fidel aparentando ser
íntimos amigos.
Hablando
de fotos, hoy tuve la oportunidad de ver el álbum del funeral de mi
abuelita... es un verdadero mar de lágrimas, todos con las caras
descompuestas... hubiera sido un verdadero festín para el Photoshop.
Nadie aparecería llorando y todos estarían con los rostros felices
mirando al cielo, inclusive a la abuela la hubieran puesto sonriendo
en espera del creador.
Conozco
a un candidato que no es de mi tendencia, pero sé que es una persona
honesta y tiene recursos muy limitados para la campaña, de
seguro no le alcanzó para el retoque “Fotochopiano”, así
que si ven en la parte posterior de alguna micro de Valparaíso algún
postulante a concejal que no se parece a Paul Newman... de seguro es
esa persona, tal como es en la realidad, pero auténtico y es lo que
realmente vale. Muera el Photoshop...
Las
Películas de Terror
A
pesar que ya tengo 62 años todavía soy miedoso, no me gusta
quedarme solo en la casa y menos en la noche. No es un temor a los
ladrones, es a lo desconocido y lo peor que este miedo no se pasa, a
veces aumenta. Cuando voy al baño siempre abro la cortina de la
tina, debo imaginar que habrá un ahorcado balanceándose en mi baño
o algo parecido. Algún día pensé en ir al psicólogo pero nunca lo
hice ni lo voy a hacer, además creo saber el motivo de mis miedos
internos y externos... Todo comienza cuando empecé a ir al cine en
mis tiempos de juventud, me acuerdo de aquellas tardes en el "Teatro
Victoria" de
Valparaíso, en que exhibían esas películas de "Drácula",
en que aparecía con los colmillos sangrantes persiguiendo alguna
doncella de pechos exuberantes.... esa imagen no me dejaba dormir, en
especial los generosos pechos que me recordaban que estaba entrando
en la pubertad. Me quedó claro que era un clasista, nuca mordía a
los pobres o a los feos, al Vampiro le gustaban los filetes de primer
corte... Mi intérpretes favoritos eran Peter
Cushing,
que era el cazador de vampiros y Christopher
Lee que
hacía el papel de Drácula. El responsable de estas magníficas
películas que hoy son clásicos era "Hammer
Productions",
firma inglesa que se especializaba en films de terror.
Recuerdo
que un día veníamos de la matiné del Victoria y en la casa estaba
mi tía Elena, que eran esas tías antiguas que pesaban como 100
kilos y eran muy simpáticas y siempre abanicándose por los
bochornos. Al llegar nos preguntó de dónde veníamos y mi hermano
le dice de haber visto las películas "Godzilla,
Rey de los Monstruos" y "La
Cabeza Maléfica",
en esta última un pirata sin la cabeza sobre sus hombros buscaba
vengarse de sus enemigos, portando la cabeza colgando de las mechas
en una de sus manos. Mi tía le dijo a mi madre; "Estos
niños se van a volver locos con tantas películas de monstruos".
Otra
película que me causaba terror era "La
Mosca de Cabeza Blanca",
con la actuación de Vincent
Price.
Había una escena en que la mosca tenía la cabeza cambiada por el
protagonista y volaba por el jardín y se escucha en voz aguda "Help
me".
Conversando con una amiga Italiana me contaba que ella también vió
esa película en Roma y la mosca gritaba "Aiutami,
aiutami",
me imagino que si la doblaron a otros idiomas lo gritaría en alemán,
ruso, polaco, etc. La mosca era medio políglota, pero el terror era
el mismo.
La
cantidad enorme de películas de terror que vi sobrepasaría
cualquier listado; "Frankenstein", "El
Hombre Lobo", "El
regreso de los Muertos Vivientes" y
muchas más. Pero no puedo dejar de nombrar a "La
Momia",
lógicamente en su versión de 1932. La daban en el "Teatro
Avenida" en
la Avenida Argentina de Valparaíso. Cuando entrábamos al cine
uno llegaba después de un largo corredor a la parte de adelante a un
costado del enorme telón. Me recuerdo que hago mi entrada triunfal,
la película había comenzado y lo primero que veo es una momia
gigante como de 4 metros de alto en primer plano, casi me desmayo de
susto, tiritando logré sentarme en una de las primeras filas, fue
una experiencia límite.
Algún
cinéfilo me dirá que dejé muchas películas fuera de la lista, es
verdad y lo hice porque algunas se me han olvidado y podría ser
latoso nombrar tantas y tantas que nos hicieron temblar de miedo
cuando niños, en todo caso lo destacable es que ese miedo no lo
daban los efectos especiales, ni la sangre o miembros cortados y
tripas desparramadas cual verdadera parrilla dieciochera, era la
atmósfera que lograba crear el director y que a uno le paraban los
pelos de punta.
La
Tercera Edad
Pasé a "La Tercera Edad" de un momento a otro, bueno en realidad fue hace un par de años. El primer indicio fue cuando entrando al Jardín Botánico en Viña del Mar, alguien que iba en mi auto le dijo al guardia; "los mayores de 60 pagan menos...", el guardia no dijo nada, pero cobró las entradas rebajadas, así que pasé la situación sin darle importancia. La segunda vez sucedió cuando renové mi carné de identidad. Me habían dicho que siempre estaba lleno, pero un primo me contó que en Valparaíso hay algo así como una fila para la tercera edad, pensé que sería bueno, si ya estoy viejo por lo menos debo sacarle algún provecho. Mientras caminaba hacia las oficinas del Registro, para que vean lo optimista que soy, me imaginaba como le diría a la persona a cargo que yo tenía 62 años por si no se daba cuenta, apenas entro, sin que yo dijera algo se me acerca una amable funcionaria, que por supuesto la odié, y me dijo; "usted ¿cuántos años tiene...?" bueno me envió al sector de la tercera edad, que queda a un costado de las otras bancas, me sentí mirado por las 30 ó 40 personas que estaban en espera. Una ancianita estaba a mi costado derecho e inmediatamente al ver a este joven tan apuesto me empezó a contar su vida y en el costado izquierdo sentaron a tres viejecitas y un viejito... en ese momento recé interiormente para que no entrara algún amigo y me viera en tan deplorable situación y me tomaran, como se dice, "para el tandeo". Al cabo de cinco minutos fui llamado al escritorio y la persona a cargo me ve, revisa mi carné y me dice que para otra vez mejor haga el trámite en Viña y así no tengo que hacer tanto esfuerzo en venir a Valparaíso, sacando fuerzas de flaqueza le dije "es que mi empresa está en Valparaíso y vengo todos los días"... bueno fue una mentirilla blanca para salvar el prestigio ya por los suelos del Registro Civil. Pero lo peor aún no había llegado, cuando subo al bus que iba a Viña, una señora de edad me dice "Caballero... siéntese por favor..." y me ofrece su lugar. Con todos estos acontecimientos creo que me he graduado con honores como miembro de la tercera edad y con nota siete... jajaja
El
Más Allá
Este
año me ha tocado ir a demasiados funerales, debe ser porque estoy
más viejo, antes iba a cumpleaños, después a fiestas, matrimonios,
bautizos y ahora entierros de amigos. En el último que asistí
pensaba durante la misa sobre que hay después de la muerte y llegué
a la conclusión que es algo que a todo el mundo le intriga "el
famoso más allá",
hay diversas teorías según la religión que uno practique o
investigue, unos creen que se reencarnan, otros que nos vamos al
cielo y algunos creen en nada... sencillamente se apaga la luz. Yo
personalmente creo que hay vida después de esta, sea en espíritu o
en otra dimensión o en algo que no sabemos, lo importante desde mi
punto de vista es creer que hay algo más, la sola idea que se "apaga
la luz" me
aterraría, si pensara así no le vería justificación a nuestro
pasar aquí en la tierra. Se han escrito muchos libros que hablan del
túnel con la luz en el fondo, hay científicos que dicen que eso
pasa cuando comienza a faltar el oxígeno del cerebro en determinadas
circunstancias, hay otro científico que vi en el "Discovery
Channel" que
inventó un casco que estimula ciertas áreas del cerebro y uno
empieza a percibir una presencia mística, que según él eso
es lo que le pasa a los santos que han visto a Dios, a la Virgen o
algo similar. En fin hay un gran número de teorías y creencias.
También está la discusión si solo somos cuerpo y si habrá
alma o espíritu. Para que fuera verdad la posibilidad de recordar
vidas pasadas es necesario tener un espíritu, ya que sería
imposible transmitir todos los recuerdos a partir de una simple
célula al momento de la concepción. También se cree que el cuerpo
pesa algunos gramos menos cuando el alma lo abandona, suponiendo que
esta tuviera peso, pero con la física cuántica ahora todo es
posible, dicen que la energía es materia y la materia energía y que
hay partículas que están al mismo tiempo en diferentes partes....
difícil de entender. Uno de los mayores problemas para estudiar el
cerebro es que nunca encuentran los puntos precisos donde están
algunas funciones, creo que se debe a mi teoría que el cerebro solo
es una interface entre el alma y el cuerpo, en el espíritu está
todo, el cerebro solo lo traduce como un radio receptor, al menos eso
creo yo. A veces me pongo a discutir con un amigo que si hay o
no vida en el otro lado... ¿Qué piensan ustedes...? hagamos una
apuesta, yo digo que hay vida en el más allá... quién ganará, lo
siento, solo yo gano. Si tengo la razón gané, si la tienen los que
no creen, nunca lo sabrán.
El
Guatón González y el Sexo
Antes
de comenzar esta crónica de la vida real... quedan advertidos que
todos los nombres y lugares están cambiados para evitar posibles
demandas, pero entrando en el tema, un día y año ya olvidado en la
década del 60 voy de visita donde un amigo y su hermana, cuando
llego me dicen, "Gastón,
tenemos que contarte algo increíble, pero tienes que jurar que no le
contarás a nadie" ,
bueno dije yo pensando que era algo relacionado con un robo de
dulces, monedas al papá o algo similar... ¡NO! era
algo para no creer, digno del programa "Aunque
Usted no lo Crea".
Pongo atención y la hermana me dice "El
Guatón González del octavo piso nos contó que las guaguas se
hacían con la pirula del papá y por donde la mamá hacía
pipí..." en
un primer instante pensé que era una broma, pero los miré a los
ojos y estaban con la mirada seria... era verdad, que increíble
pensé... por supuesto que el secreto lo guardé profundamente, jamás
me hubiera atrevido a contárselo a mi madre, fue mi primer
acercamiento al sexo. También recuerdo que un día reunieron a todo
las preparatorias del colegio en la capilla y un doctor cuyo nombre
no recuerdo nos explicó cómo funcionaba la reproducción, dibujó
un espermio y un óvulo que al juntarse se transformaban en una
guagua, pero no explicó lo más importante, que era de donde salía
el espermio y como se llevaba para que se juntara con el óvulo, esta
enseñanza tuvo como resultado que cada vez que me decían que una
mujer soltera embarazada había cometía pecado, yo pensaba y que
culpa tiene ella que el espermio se haya juntado con el óvulo...
Otra vez caminado después del colegio con un compañero me dijo que
las guaguas salían por donde la mamá hacía pichí, tampoco lo
podía creer, nunca lo había pensado. En realidad la educación
sexual era muy mala, me recuerdo que un profesor del colegio decía
que debían haber playas solo para mujeres y otras para hombres y que
los niños no debían llevar el pantalón corto más arriba de la
rodilla, porque podía causar tentación a los compañeros. En mi
casa un día apareció la "Enciclopedia
Barsa",
que fue fiel compañera de mis tareas del colegio, en el tomo dos
aparecía en papel transparente un hombre y una mujer desnudos, pero
solamente la mitad, la otra parte eran los interiores y uno al mover
las hojas iban cambiando, pero yo solo miraba los senos de la mujer,
o mejor dicho el seno, el otro solo eran los músculos y glándulas.
También hojeaba a escondidas el libro "El
Matrimonio Perfecto",
que tenía el papá de un amigo en su biblioteca, era fascinante y
explicaba todo lo relacionado con el sexo, inclusive hoy tengo el
mismo libro y cuando alguna vez lo hojeo me trae gratos recuerdo de
esa época. La mejor anécdota de esa tiempo fue la de un compañero
que hoy es médico radiólogo, resulta que siempre andaba hablando y
leyendo cosas del sexo y un día estábamos en clases y el profesor
lo pilló leyendo la famosa revista "Luz",
cuando el profesor va caminando a su escritorio alguien le gritó "Te
apagaron la luz compañero...".
Después que hayan leído estas aventuras sexuales, se darán cuenta
que nuestra o al menos mi educación sexual era pésima y sabíamos
nada de nada, pero como todo lo relacionado con el sexo, hasta el más
bruto lo aprende sin repetir ese ramo, cosa que sucedió en mi caso y
hoy estoy casado y tengo dos maravillosas hijas, que tengo claro que
no las trajo la cigüeña de París.
My
First Stereo
En
la década de los 80 salió a la venta un equipo Sony y su publicidad
era; ”My First Sony...” Eso me trajo a la memoria cuando
compramos en la década del 60 un equipo Grundig Stereo. No puedo
dejar de recordar que apenas llegó el equipo, o mejor dicho la radio
electrola a la casa, pusimos el único disco que teníamos en stereo
y que era el de Los Shadows, mi amigo que me acompañaba me dijo que
algo pasaba, a él le sonaba en el parlante izquierdo la guitarra de
Hank Marvin interpretando "Sonambulismo" y no por el
derecho como era este caso... mi amigo me dijo que estaba malo el
equipo. Cuando estábamos a punto de hacer valer la garantía,
decubrimos que estaban al revés los cables de los parlantes. Otro
detalle del Grundig era que tenía la particularidad que su radio FM
era stereo, pero el problema es que la luz roja que lo indicaba
estaba siempre apagada, fuimos a reclamar y nos dijeron que el
problema se debía a que no había emisoras stereo en la zona, hasta
que llegó el día en que la Radio de la Santa María emitiría a
contar de tal día a tal hora en stereo, estuvimos esperando con
ansias que se produjera el milagro, hasta el momento que el locutor
avisó del cambio y se encendió la mágica luz roja que señalaba
que estábamos en stereo... ese fue “Mi Primer Stereo... Mejor no
les cuento las aventuras que tuvimos con “My First Cuadrafónico”.-
Vivan
los Beatles
A
propósito de la actuación de Paul en la inauguración de las
Olimpíadas, me recordé que hace más de 45 años iba hacia la casa
de un amigo, cuando llegué a la puerta y había tocado el timbre, se
asomó del segundo piso y me dijo "apúrate,
que están tocando el último tema de los Beatles",
como buen fanático subí rápidamente por la escalera, y alcancé a
escuchar los primeros compases de la guitarra de George y la suave
voz de Paul... "Yesterday...
All my troubles...",
no lo podía creer, era otra maravilla más de la música de los
Beatles. A muchos amigos jóvenes hoy les cuento ese momento
inolvidable que ellos no pudieron vivir por ser jóvenes... yo lo
viví porque ya pasé de los 60 años... pienso; a lo mejor me
gustaría ser más joven y no haber vivido ese momento, en realidad
no lo tengo claro, sólo sé que los Beatles son magníficos e
inmortales.
Como
Conocí a Rafael... pero a Rafael Palacios
Este
día lunes fui a Lo Vásquez a visitar el Santuario, cuando subía
las escalinatas hacia la Iglesia y el sol calentaba el aire frío del
Invierno, escuché “Voy caminando hacia ti....”, si eran ellos...
Los Blue Splendor, a través de una vieja radio del maestro que
estaba reparando los adoquines. Entré a la iglesia y en su interior
también se escuchaba al vocalista... para un fanático como yo fue
como una oración, me senté en una de las bancas y empecé a
recordar.... Estaba un día parado en la puerta de mi casa en algún
lugar de Valparaíso, cuando pasó Rafael Palacios, el mítico
cantante ya desaparecido de los famosos Blue Splendor... Tenía
ganas de hablarle pero no me atrevía, aun así me acerqué y le dije
“Hola... soy Tongas y tengo todas tus grabaciones...”, Rafael me
saludó amablemente, con su humor que lo caracterizaba e
inmediatamente sentí buenas vibraciones. Abrió su maletín, en cuyo
interior había una completa discoteca con todos sus temas. Me dijo
“Este CD está recién grabado con nuestras últimas canciones... a
un amigo se lo dejo solamente en $5.000”, rápidamente al mejor
estilo de Billy the Kid extraje mi billetera y saqué el dinero con
dolor de mi bolsillo. Cuando llegué a mi casa me di cuenta que era
una copia “pirata”, o mejor dicho en este caso “casera”.
Luego le conté que trabajaba en UCV TV, rápidamente, me dijo que
ellos no tenían un verdadero registro de sus canciones en video, en
ese momento surgió la posibilidad de grabar uno de sus
conciertos, lo que se concretó en el “Pub Errázuriz”, fue un
gran éxito de sintonía, lo que nos llevó a grabar el concierto del
“Teatro Municipal” cuando celebraban el nombramiento de
“Patrimonio Musical de Valparaíso”. Este video lo hemos exhibido
varias veces en fechas importantes del año, pero el momento más
emocionante fue cuando, después que UCV les cediera los derechos
completos de la grabación, asistí a la entrega del DVD y Rafael me
llamó al escenario a entregárselo personalmente al grupo, subí
nervioso por las escaleras al escenario recibiendo la ovación del
público... por algunos momentos me creí uno más del grupo...
Rafael me dio un gran abrazo que hasta hoy lo siento... luego me fui
a sentar y pude disfrutar de la presentación del grupo, pero lo más
emocionante fue que cuando miré la carátula del DVD vi mi nombre
impreso en la misma página que el de mis ídolos de juventud de hoy
y mañana. Este DVD junto a su tarjeta de visita y el recorte del
diario que anunciaba que Rafael nos dejaba para siempre, lo guardo
como un preciado tesoro.-
Fritanga
de Papas Fritas
No...
ésta no es una receta de cocina, es el término generalizado con el
cual los sonidistas de la vieja guardia mencionaban el sonido que
producía la aguja de un Pick Up o tocadiscos cuando este estaba
rayado. Hoy esto ya no sucede debido a que los CD no tienen ese
problema, tienen otros peores, por ejemplo se quedan pegados o el
lector de CD no los reconoce. En tiempos pretéritos los vinilo
funcionaban igual, con ruido de fondo, pero sonaban, a lo más se
quedaba pegado en una misma frase. Esto me recuerda una fiesta, o
mejor dicho un malón entre 19:00 y 24:00 horas como máximo en que
estábamos escuchando “Tutti Frutti”, viejo tema de “Little
Richard”, al llegar a un momento de la canción esta se quedó
pegada justo cuando Ricardito emitía su característico y estridente
alarido, seguimos como 5 minutos al compás del grito, era realmente
alucinante, hasta que alguien le pegó un empujón a la cápsula y
nos cortó ese momento de sano éxtasis sin droga alguna, a lo más
un poco de "clery" que preparaba la dueña de casa, que
estaba siempre presente en la fiesta prendiendo las luces del living
y tocando el violín a los que intentaban sobrepasarse con alguna
lola de la época. Todo esto que cuento me lo trajo a la memoria
cuando fui a Casa Amarilla a comprar un disco y recordé que en los
años 80 un día entré a comprar un LP o Long Play y no había ni
uno, los estantes estaban llenos de cassettes, pregunté al vendedor
y me dijo que estaban obsoletos los discos de vinilo, no lo podía
creer. Volví una década más tarde y ya no estaban los cassettes,
solamente habían CD por todas partes, nuevamente tuve una
frustración, hoy he vuelto y ni siquiera estaba la Casa Amarilla,
que era tan famosa en la región de Valparaíso. Todo ha ido
desapareciendo de a poco en ese lugar ya casi maldito, así que
espero no pasar siquiera por la vereda de enfrente, capaz que ahora
me toque a mi desaparecer y pasar a mejor vida....
Lavado
de Cerebro
Cuando
era niño iba a la matiné del Teatro
Victoria en
Valparaíso, recuerdo que tenía una gran hall antes de llegar al
foyer central, donde había una dulcería que vendía lenguas de gato
y unas galletas bañadas en chocolate envueltas en papel de aluminio,
no plástico como hoy en día... pero parece que me estoy saliendo
del tema... Bueno, la película era "Gunga
Din",
que tenía como argumento a un indio (de la india) que trabajaba con
las fuerzas británicas. Al final de la película estaban a punto de
ser masacrados por los adoradores de la diosa Kali,
en ese momento Gunga toca un clarín avisandole a los ingleses, estos
aparecían y salvaban al ejército y Gunga era un héroe, yo gritaba
de emoción durante la película. Otra que recuerdo era una de
vaqueros en que los indios tenían rodeado el fuerte y el jovencito,
que siempre era rubio, pintoso y de casi dos metros salvaba a
los azules y mataba a todos los indios... el teatro se venía abajo
con la gritadera. Después del cine corría a la casa a escuchar
"Ojo
de Aguila",
que era un científico que salvaba a la humanidad de los malos... el
locutor era uno de los hermanos Moltabán y con un fondo de órgano
hammond decía "En
el alto pico de una montaña vive un hombre de ciencia dedicado a
combatir el mal....".
Otro día en el colegio los curas nos contaban que los rusos eran
malos y nos pasaban películas de la invasión de Checoeslovaquia y
un sacerdote que había venido especialmente nos daba una charla...
al pasar los años fui creciendo y me di cuenta que Gunga Din era un
traidor a su raza, el jovencito del oeste era un desgraciado
que usurpaba a los indios, quienes tenían la razón, el programa de
radio era de "La
Voz de las Américas" radioemisora
propagandística de los EEUU y los malos que aparecían eran los
comunistas... Estuve sometido toda mi infancia a un verdadero lavado
de cerebro. Hoy he concluido que no solamente los rusos eran los
malos de la película, los gringos también lo eran junto a sus
aliados...
El
Día que me Quieras
Estimados Amigos: No es una petición, un llanto de amor o algún devaneo químico hormonal, es el título de una de las principales e inmortales películas de Carlos Gardel... "El Día que me Quieras". Mi padre me contaba que cuando se estrenó en Chile allá por los años 30, la sala de cine se repletaba hasta el último asiento y espacio disponible... se apagaban las luces y los aplausos eran estruendosos, casi se venía abajo el cine, todo transcurría normalmente hasta que Gardel cantaba el tema que le daba el nombre al film, terminaba la canción y todos gritaban, aullaban, insultaban al "cojo" (encargado del proyector), y otros improperios más. Este último encendía las luces, devolvía el rollo y pasaba varias veces la misma escena con la misma canción, hasta que el respetable se tranquilizara. Esta anécdota se me había olvidado, hasta que fui al estreno de "Woodstock" en el cine Brasilia de Valparaíso en la década del 60, entré en matiné, todos fumaban cigarros y de la buena, recordemos que era la época del hipismo. Termina la película y nadie se movía de sus asientos y los carabineros no se atrevieron a sacarnos a la calle, así que se abre la puerta y entra el contingente de fanáticos de la vermut, que ocupan los pocos espacios vacíos, el humo de puchos era mayor aun, pero a nadie le importaba, nadie conocía al famoso "Don Miguel" que aparecía en las cajetillas de cigarros y que todavía no se enfermaba de cáncer, todos estábamos felices. Termina la función y nuevamente nadie sale, para abreviar les cuento que entran los melenudos de la función noche y nuevamente todos estábamos en el paraíso. Estas dos historias me hace preguntarme... ¿Pasará esto alguna vez con algún film moderno?, si no es así será que hemos perdido nuestra capacidad de asombro, acaso estamos demasiados bombardeados con información, de tal manera que ya nada nos llama la atención, realmente no tengo la respuesta.-
Lo
Desechable
El
otro día cuando falló el tubo florescente de mi cocina, compré uno
nuevo completo, con canoa, tubo y demases. Al descolgar el antiguo me
encontré con un portaviones de 5 kilos, de lata de acero gruesa y
con vida para varios milenios más, comparando el nuevo con el
descolgado, me di cuenta que era la chatarra más ordinaria que había
visto en años, no creo que dure 3 décadas como la canoa antigua, a
lo sumo 6 meses... Está claro que esta no es una sección de
electricidad, pero todo esto me trajo a la memoria aquellos grupos
que fueron o son desechables. Apenas me atrevo a nombrar algunos...
podrían ser los españoles "Locomía" o tal vez los "New
Kids on the Blocks (parece que así se escribía el nombre). Si hay
algún fanático de ellos por favor que me perdone, mi intención no
era ofenderlo... mi intención era decirle ¿Cómo es posible que nos
hayan gustado?, si eran tan desechables. Lo difícil, me decía mi
amiga Marcela Venegas, es ¿Cómo saber si realmente serán
desechables? y tiene toda la razón, por ejemplo se pensó en un
inicio que los Beatles o Elvis solo eran producto del marketing
gringo, pero no fue así y superaron todas las barreras del tiempo y
la crítica. Esto me hace pensar lo fácil que nos resulta
seleccionar las sandías caladas de nuestro programa, tampoco somos
un estelar de cocina, me estoy refiriendo a los video
clips.
Todos los temas que emitimos son ya famosos y forman parte de los
recuerdos del colectivo de fanáticos de la música. Generalmente
estos programas del recuerdo tienen muy buena sintonía debido a que
el ranking ya está finiquitado hace varios años, los éxitos del
ayer, son éxito hoy día. El último pensamiento que llega a mi
cerebro ya fatigado por escribir esta columna es; ¿Será este
programa también un producto desechable?, eso solo lo sabe Dios y
depende de ustedes.- (esto
lo escribí cuando dirigía el programa "Tiempo de Consagrados")
Made
in Japan
El
otro día en una conocida tienda de calzados vi unos
hermosos zapatos, al leer en su interior vi una etiquetita que
decía "made
in italy",
o al menos eso creía yo debido a que mi agudeza visual ha mermado,
pero como la agudeza intelectual ha aumentado con la experiencia,
pensé... a este precio no puede ser, miré con la mirada que hubiera
ocupado Sherlock Holmes y en realidad leí esta vez "mode
en italy",
que era totalmente diferente a lo que había visto la primera vez.
Quizás cuantos incautos han caído y se llevan un par de zapatos
creyendo que son italianos. Esto me sirvió para acordarme que cuando
era niño un tío me trajo un juguete a pilas que tenía impreso
en el metal "made in japan"... todos nos reíamos y
decíamos que juguete más malo... para nosotros esa identificación
era sinónimo de mala calidad.... han pasado los años y hoy
tener algún producto de cualquier tipo "made
in japan" es
garantía de excelencia, inclusive tienen un precio más alto.
Deduzco, pensando como Holmes, que en aquellos productos
que llevan el papelito "made
in china",
y que hoy es un sinónimo de mala calidad, en un tiempo muy lejano va
a ser todo lo contrario, así que les recomiendo guardarlos porque
van a ser de colección. Si no hubiera botado mis juguetes nipones o
la primera transistor hoy los tendría y los podría vender a
muy buen precio... esta es solo una recomendación. En todo caso la
clave es made…
no mode.
El
Pestañazo
A
principio de los 60... junto a mi madre, iba al colegio
temprano en la mañana en un viejo trolebús, que en ese instante era
nuevo... al llegar a la esquina de Avenida Argentina con Pedro Montt
miré hacia un quiosco de diarios, colgado en uno de sus lados había
una imagen del Viejito de Pascua... "Mamá,
¿Cuánto falta para la Pascua?", "tres
meses Gastoncito (así
me llamaba mi madre),
recuerda que estamos a principios de Octubre".
Me pareció una cifra tan enorme como incomprensible para mis 10 años
de edad, me quedé pensando y la mamá me dijo... "No
te preocupes, un día vas a despertar en la mañana y verás que es
Navidad"...
Continuamos nuestro viaje hacia el colegio y me olvidé de la
conversación. Sin darme cuenta el día de Navidad me encontré
abriendo los regalos. Me acordé de esa pequeña enseñanza,
la espera interminable fue para mí como un abrir y
cerrar de ojos o mejor dicho un simple pestañazo, o al menos
esa era la sensación que tenía en ese instante... durante el
resto de mi vida cada vez que tenía ansias de algo que se cumpliera
rápido, pensaba en ese momento. Un pestañazo y salía de sexto
humanidades... otro pestañazo y egresaba de la Universidad... otro
más y estaba en el altar dando el “si”... más pestañazos y
nacían mis hijas... para que seguir, una vida llena de pestañazos...
han pasado 52 años y estoy sentado escribiendo este artículo, me
parece un simple pestañazo haber llegado hasta aquí.
Tango
Hoy
desperté y me miré al espejo... recordé el tango que cantaba Julio
Sosa; "Que
triste y cansada imagen me devuelve el espejo"...
¡Qué extraño!... miré algunas fotos recientes, revisé algunos
videos y se confirmaba el tango de Julio. Yo no me siento así, esto
era muy raro... lo pensé de nuevo y llegué a la conclusión que mi
espejo, mi máquina fotográfica y filmadora están con una falla
irreversible, así que las voy a dar de baja y me compraré todo de
nuevo. A lo mejor tengo la secreta esperanza que no vuelva a pasar,
pero no me importa... aún me siento joven, con ganas y energías
para divertirme, amar, comer y pasarlo bien junto a mis seres
queridos y amigos...y más encima con tiempo para escribir estas
voladas tangueras.
La
Nueva Ola
Les quiero contar que tuve la suerte de conocer a “La Nueva Ola” en acción, esto se debió a que ya estoy con una pata en el catafalco. Tenía como 13 años y estaban de moda Los Tigres, Los Rockets, Los Diablos Azules, Luis Dimas, El Pollo Fuentes, de este último guardo el recuerdo que lo vi en vivo en el Teatro Victoria de Valparaíso y en el asiento al lado mío había una lola histérica, que durante toda la actuación parecía estar en trance o que había recibido una maldición del vudú. La verdad de las cosa es que de todos los artistas de aquella época, el que más revolucionó a las masas volviéndolas locas fue este mismo cantante, el juvenil “Pollo Fuentes”. Era común que todos los domingos en Valparaíso estos famosos se presentaran en el Fortín Prat, Teatro Imperio o Victoria y siempre había un lleno total. De esa época me recuerdo cuando vino Adamo, al que fui a verlo al Fortín Prat, causó sensación y cualquier cantidad de fanáticos se subía al escenario y se tomaban fotos antes que los sacaran volando. También me recuerdo cuando vinieron los Iracundos al Teatro Imperio y fui con una novia (Alicia) a verlos, eran extraordinarios, o al menos eso creía. Muchas veces nos llegan emails al programa pidiendo videos de esa época. Pienso que si alguien de los canales hubiera filmado estas actuaciones, a las que seguramente no habría que haber pagado derecho alguno, hoy se haría rico vendiéndolas a los medios de comunicación, pero la verdad es que a nadie se le ocurrió o tal vez en ese momento no valorizamos lo que valían. pero nadie hizo un registro, que mala suerte, o a lo mejor sirvió para que la Nueva Ola se transformara en un mito y solo recordáramos lo buena que era.-
Los
Grupos Musicales del Colegio
Allá
por la década del 60, el que no tenía un grupo musical estaba
“Out”, claro que en esa época era más fácil por una parte y
más difícil por otra, pero ¿cuál era la difícil?... tener los
instrumentos, hoy en cualquier multitienda venden a bajo precio lo
que en esa época era inalcanzable, pero tenía la gracia que uno se
construía la guitarra, hacía las bobinas de la cápsula, armábamos
amplificadores y nos robábamos los parlantes de la radioelectrola de
la casa. Nosotros en el colegio teníamos un grupo musical que se
llamaba “Los Top Tops”, tocábamos en todas las fiestas del
colegio y nos sobraban las pololas, que eran atraídas por un imán
al grupo, era una época en que nos divertíamos mucho, el problema
que a veces dejábamos de estudiar por tocar y nos quedábamos
repitiendo. Recuerdo una anécdota muy buena, el guitarrista
del grupo nos dijo que estábamos contratados un 18 de septiembre
para tocar en el fundo Las Dichas” de Casablanca, era nuestro
primer contrato, llegamos muy entusiasmados y comenzamos, pero el
respetable público nos pedía cuecas, que para nosotros eran
impensables, éramos un grupo casi extranjero... bueno para terminar
la historia tuvimos que salir arrancando de la fiesta antes que los
huasos nos lincharan... esa fue la última vez que tocamos.
FIN
Esto
es lo Último
Cuando
terminé de escribir este libro, se me ocurrieron múltiples
posibilidades de título realmente horrorosas, hasta que mi hija
Renata y su gran amiga Nicolle, me sugirieron el título con el que
fue finalmente impreso; “A
QUIEN LE IMPORTA”,
que refleja bastante bien lo que sucede cuando regalo uno de estos
ejemplares que patudamente los llamo ”libros”.
Con la portada me pasó lo mismo, era anticuada, fome y sin gracia,
hasta que Renata me salvó diseñándola como un reflejo de lo que ha
sucedido en parte de mi vida.
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Yo cuando guagua... 1950 |
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Con mi mamá en nuestro Ford 41 |
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Sacándome los mocos en la terraza de mi casa, que quedaba en el Edificio Mutual de la Armada en el 4º piso en Valparaíso |
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Junto a mi hermano Félix |
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Mi Papá y mi hermano Félix |
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Junto a mi hermano y mis primas Verónica y María Angélica |
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Junto a mi Mamá Olga y mi hermanita |
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De Tarzán en la playa El Durazno de Quintero (1958) |