¿A Quién le Importa?

     Hace como uno año publiqué mi librito de anécdotas del pasado, no sabía que título ponerle, hasta que Nicolle una amiga de mi hija me dijo ¿A Quién le Importa? y así quedó en forma definitiva. Mi hija Renata me diseñó la gráfica de la tapa y contratapa. 
     Imprimí 100 ejemplares de los cuales me quedan muy pocos, así que decidí subirlo a mi Blog para que todos lo puedan leer si es que les importa...





¿Existe Dios?

El otro día escuchando y viendo un programa científico de Stephen Hawking en uno de los canales Discovery, le escuché aseverar que Dios no existe y da una prueba fundamental desde su punto de vista. Dice que si retrocedemos al inicio del “Big Bang”, hace como 14 mil millones de años atrás, y nos remontamos un poco antes todavía, en el universo no había nada, por lo tanto Dios no existe porque no podría estar. Será muy Stephen Hawking, pero para mí eso no es suficiente, primero que nada la teoría del Big Bang es solo una teoría, inclusive han salido otras nuevas como la teoría de las cuerdas que derribaría o al menos cambiaría en parte lo del Big Bang.
Todo esto me recuerda cuando en una reunión social había un clérigo y cerca un científico que no creía en Dios y para molestar al hombre de Iglesia decía en voz alta “No he podido demostrar científicamente la existencia de Dios...”, ante lo cual el religioso se da vuelta y le dice “yo tampoco he podido demostrar teológicamente la cuadratura del círculo…” haciéndole entender que la ciencia es la ciencia y la fe es la fe. En todo caso yo soy hombre de fe y creo en Dios, pero igual me pregunto a veces, cuando dudo, si Dios realmente existe, pero solo con mirar la complejidad del universo y de la vida misma, se me disipan todas mis dudas.



La C Redonda

En aquel tiempo (como comienzan los evangelios) decíamos que la palabra viento se escribe con “v” corta o de vaca y bonito se escribe con “b” de burro. Hoy todo ha cambiado, la “v” corta se llama uve, la doble ele se llama algo así como “lle” y la hache menos mal que sigue siendo muda y gracias a la cantante brasileña Xuxa, estamos cambiando la “ch” por “x”, cuando alguien te insulta te dice ándate a la xuxa. Los “rascas”, como dicen algunos, la pronuncian “sh” Alguien cercano me informa que ahora las letras han cambiado casi todas de nombre y se pronuncian fonéticamente, ya es demasiado para mí, no pretendo cambiar y para mí siempre será “v” corta o “b” de burro. Imagino que estos cambios los hicieron los genios de la educación para mejorar la comprensión de los alumnos, pero viendo los resultados me doy cuenta que le hacen honor a la letra “b” de burro. Pensemos que cuando se comunican por las redes sociales utilizan nuevos signos para comunicarse entre ellos y están creando un nuevo idioma, que a veces para nosotros es difícil de entender. Les cuento que en el negocio de un amigo había un empleado que cuando uno le preguntaba algo, respondía con una pronunciación tan mala que nada le entendíamos, le decíamos “el Zulú”, daba la idea que hablaba en una lengua africana, inentendible para nosotros. Pero francamente creo que para ponernos de acuerdo no es necesario hablar o pronunciar bien, pensemos en que los estadistas del mundo hablan a la perfección varios idiomas y nunca se ponen de acuerdo.



Cuadro Viral
Cuando yo era niño y nos sentíamos mal, nuestros padres nos llevaban al doctor, quien nos examinaba con su estetoscopio, nos miraba la lengua, la garganta y nos hacía decir “33” y sin tomarnos algún tipo de exámenes sumamente caros, decía… “el niño tiene paperas…” o “el niño tiene sarampión…”, sus diagnósticos eran claros y precisos. Cuando nacieron nuestras hijas y manifestaban algún tipo de malestar, igual que nuestros padres las llevábamos al doctor, que las examinaba a una velocidad asombrosa, atendía como si fuera a tomar el tren y a continuación pedía un cerro de exámenes, pasaba una semana y volvíamos, el médico revisaba los exámenes y decía… la niña presenta un cuadro viral, que traducido al castellano quiere decir…”no tengo idea que tiene”. Parece que mientras más avanza la medicina o más saben, sus diagnósticos son más imprecisos. Recuerdo que una vez dijo que la Marcelita tenía cefalea, lo mismo que dolor de cabeza… o que la Renata tenía indigestión… le decía al médico, que ya sabía que le dolía la cabeza o tenía diarrea por eso la había traído a su consulta para saber cuál era la enfermedad que producía esos síntomas y no que me repitiera lo que ya sabíamos.
Ahora está de moda echarle la culpa al estrés, cualquier dolor que uno tenga… el médico nos dice que estamos estresados... no sé a dónde vamos a llegar, lo único que les puedo recomendar… es que no se enfermen por favor.



Si Cervantes nos Oyera
                  
        El otro día recordé la anécdota de José Ortega y Gasset cuando daba una conferencia y dijo “Chaquespeare” al más puro estilo castellano, por supuesto todos se burlaron, así que agregó; “Disculpen, no sabía que todos hablaban inglés” y dictó el resto de la conferencia en un perfecto lenguaje digno de la mejor obra de Shakespeare.
En nuestra vida diaria, sin motivo alguno ocupamos muchas palabras inglesas, a pesar que nuestro idioma castellano tiene hermosas palabras para expresar cualquier idea y sentimiento. Esto me recuerda un jefe que cuando hacía las reuniones siempre en algún momento de ella decía; “Y como dicen los americanos… y se largaba la frase cliché”, no se para que lo hacía, a lo mejor para que supiéramos que sabía inglés. En otra reunión había el típico ingeniero comercial joven que decía; “vamos a hacer un paper o mandemos un mailing al dealer del market y al boss del retail, francamente espantoso. En las reuniones de trabajo había que hacer un break y servirnos el catering. Me cuesta entender que digamos Bulling, cuando existe un término perfecto en castellano; “matonaje escolar”.  Para que hablar de la cantidad de carteles publicitarios en los negocios; Delivery, Fast Food, Outlet, parece que estuviéramos en New York. Ahora algunos tienen Personal Training, me imagino que un entrenador personal debe ser “picante”, usando un modismo chileno. Para que hablar de los niños, con nombres de artistas de Hollywood… Kevin, Richard, Fergie, Telly y muchos más que harían una lista inmensa al nombrarlos todos.
He pensado a veces si esto sucederá en otros países de lengua inglesa, en que un ejecutivo dijera; “Y como se dice en castellano…”, o algún ciudadano de esa nación usando palabras en castellano, no creo, lo nuestro es producto de nuestro subdesarrollo mental para algunas cosas. Cuando escucho a los que dicen estas frases me recuerdo la canción de “Los Prisioneros” que dice; “porque no se van del País…”
Se me quedaban afuera los siúticos que van el fin de semana a practicar Trekking o hacer Footing. Y para finalizar, nuestro máximo premio del rodeo se llama Premio Champion y el perro de Condorito Washington… Bueno eso sería todo, me voy a comer un sandwich, leyendo un Best Seller y si me aburro haré algo de zapping en la TV, ¿estamos Ok?...



Nuestro Play Station

Visitando a mi amigo Mario, propietario de una prestigiosa tienda de libros usados en la calle San Ignacio de Valparaíso, me encontré nuevamente de vuelta hacia el pasado, pero esta vez no por los miles de volúmenes que atiborran los endebles estantes que se asemejan a la arquitectura de los cerros porteños, se debió a que tenía en su poder tres pequeños jugadores plásticos de fútbol, ganados en algún concurso de bebidas en el año 1962, parte del marketing de la época a propósito del mundial que se jugaba en Chile. Me trajeron muchos recuerdos estas figuritas, que tienen diferentes poses de ataque o defensa durante un partido.
Recuerdo que en ese tiempo yo estaba en cama enfermo de algo que ya no recuerdo y mi papá mandó a construir una mesa para comer sin tener que levantarme y que no era como las de ahora que venden en las grandes tiendas, esta era de una sólida base de fierro, con una maciza cubierta de madera verdadera, que tenía alrededor un marco para que no se cayeran las cosas, era de color verde como el pasto.
Yo había coleccionado esas figuritas con mi gran amigo de infancia Jaime del cual nunca más he sabido. Sobre mi mesa de enfermo, dibujábamos con tiza los trazos de una cancha y con cartulina construíamos los arcos. Cada jugador era pegado sobre la cubierta con plasticina y con el poto de un lápiz Bic apretábamos un botón, no electrónico, que era de camisa y que se deslizaba por la cancha, perdón por la mesa, y al que le quedaba más próximo de su jugador realizaba el siguiente tiro. Era realmente emocionante, se armaban grandes discusiones para ver quien estaba más cerca de la pelota, o mejor dicho del botón para poder tirar. En el momento que el arco contrario era vencido por un tiro maestro, gritábamos como cuando Wanderito a lo lejos mete un gol y el dormitorio se venía abajo y mi mamá gritaba porque pensaba que me podía afiebrar. Fueron días enteros en que nos entreteníamos con este juego. Me pregunto ¿qué dirían los niños de hoy si nos vieran en alguna vieja fotografía que nunca se tomó jugando esos partidos?, a lo mejor se reirían de nosotros o tal vez algunos tratarían de imitarnos, yo estoy seguro que esto último es lo que harían, a pesar de los super play station con infinidad de juegos en 3D y de un realismos casi satánico como decía una abuelita por ahí.



Lo Nuevo, lo Viejo y lo Clásico

El otro día viendo un programa en que rematan boxes llenos de mercadería, alguien dijo al sacar uno de los discos LP de vinilo; “Mira este es un clásico…”, pensé que en la vida algunas cosas tienen varias etapas, hasta cierto tiempo son nuevas, después viejas y algunas se transforman en clásicos. En mi casa tenía varios muebles que se eliminaron por viejos, hoy en la perspectiva del tiempo me doy cuenta que serían clásicos muebles Art Deco y costarían más que uno nuevo. Recuerdo cosas que botamos; revistas Life, una colección de Ecranes, revistas Ritmo, Pingüinos, Cancán, lámparas, radios, bicicletas, ropa, libros, etc., en fin un verdadero almacén de cachureos que hoy serían clásicos y me permitirían montar un espléndido negocio de “Antigüedades Clásicas Centeno y Cía”.
Al ser humano le debe pasar lo mismo, cuando nacemos somos nuevos, más tarde adolescentes, adultos, maduros y al final viejos. Algunos a lo mejor se transforman en clásicos, pero como define el diccionario la palabra; “Se aplica al autor u obra que es considerado como modelo digno de imitación”: por ejemplo… esta película es un clásico de la ciencia ficción… El problema es que algunos no llegan más allá de viejos y nunca se transforman en un clásico. También hay algunos clásicos que cuando eran nuevos los despreciaban por ignorancia o porque la gente no los entendía, un caso era Peter Tchaikovsky, del cual hoy nadie podría decir que no es un clásico.
En forma desordenada me llega a la memoria que cuando era niño, íbamos al colegio con lapiceras “Parker 51”, tuve varias de ellas que terminaron en la basura por maltrato y el resto perdidas en la vida, hoy se coleccionan y valen una fortuna, así que basado en esa experiencia no hay que botar nada, a futuro podría ser nuestro seguro para la vejez. Todavía tengo algunas cosas que he guardado por si valen en el futuro, tengo una transistor de los 60 que ya se transformó en clásica y varios vinilos de los famosos de la misma época. Hace años me regalaron el disco de René de la Vega “Chica Rica”… también lo he guardado, en el futuro lejano a lo mejor se transforma en un clásico millonario, nunca se sabe. También guardo al esqueleto del viejo “Robot “Tongas”… a lo mejor cuando esté más viejo lo vendo y me hago millonario… ojalá Dios me escuche…



En que nos divertíamos

El otro día recorriendo el Facebook, alguien escribió; “Estoy aburrido…”, me puse a recordar en lo que nos entreteníamos cuando éramos niños, la principal actividad era andar en bicicleta, nos juntábamos a donde yo vivía frente a la Universidad Católica de Valparaíso, unos 15 amigos ciclistas. Un día organizamos una carrera en torno a la manzana y la hermana de un amigo le prestó su flamante bicicleta a un vecino, comienza la carrera y todos desaparecen en la esquina, pero a los 2 minutos vuelve mi amigo con las rodillas rotas y la bicicleta completamente destrozada, sin rayos, con la cadena cortada y el hermoso farol niquelado partido en dos, recuerdo que la hermana de mi amigo se puso a llorar copiosamente y nadie la podía consolar. Como en ese tiempo no había mucho tráfico, jugábamos a la pelota en los callejones que hoy están repletos de autos. También íbamos a las “Torpederas” a ver la “Piedra Feliz”, famosa entonces y que en la década del 70 alguna autoridad sin saber lo que era el turismo, la mandó a demoler para evitar que se suicidara gente arrojándose al mar, yo en mi caso la hubiera elevado más para que se transformara en un ícono mundial así como en Acapulco se arrojan los clavadistas, aquí serían famosos los suicidas y el lugar sería visitado por miles de turistas. También nos entreteníamos escuchando radio, principalmente el “Doctor Mortis” y la “Tercera Oreja”, para ello nos juntábamos en la casa de una vecina y dispuestos cómodamente en los sillones del living, a media luz oíamos las fantásticas aventuras del radioteatro, para lo que había que utilizar la imaginación. Me recuerdo que fumábamos “Hilton King Size” y bebíamos “Coca Cola”. Otra entretención era la lectura, yo era y soy fanático de Julio Verne, leí casi todas sus obras, “Viaje al Centro de la Tierra”, “20 Mil Leguas de Viaje Submarino” y como 80 más. También me entretenía tomando fotos con una vieja cámara con rollo que todavía tengo. A veces leía la enciclopedia “Barsa”, que fue mi fiel compañera durante mi secundaria, era algo así como el Google de hoy. Tocábamos guitarra y teníamos un conjunto, nos llamábamos “Los Jóvenes”, si nos juntáramos hoy seríamos “Los Viejos”, pero de espíritu joven. También íbamos a pescar a la “Costanera” a la altura de la estación “Bellavista”, que hoy se debiera llamar “Malavista” por la cantidad de containers. Leíamos el “Condorito”, el “Pato Donald” y comprábamos en la feria a un charlatán una crema que se aplicaba a las revistas y uno traspasaba los dibujos al papel o a la piel, eran como los primeros tatuajes de la época nuestra. También cambiábamos revistas en la misma feria de la Avenida Argentina con otros niños que andaban en las mismas. El día Domingo íbamos a la matiné del “Teatro Victoria” a ver películas de vaqueros o de monstruos terroríficos que no nos dejaban dormir. En el pasaje Quillota estaba el “Teatro Chile”, que era más picante que un ají rocoto. La gracia era que no tenía censura y dejaban pasar a todos, veíamos las películas de mayores de 21 años donde aparecían la Bardot, la Cardinale y otras bellezas exuberantes que tampoco nos dejaban dormir. Aunque parezca increíble, jugábamos al “Bachillerato”, que consistía en que uno del grupo decía el abecedario, de repente gritábamos “Stop” y usábamos la letra en que iba para buscar capitales, países, frutas, nombres, canciones, etc. En fin, eran muchas las maneras de divertirnos, hoy solo puse algunas que me acordé al vuelo, quedaron muchas en el tintero o mejor dicho en el “toner” de mi “láser jet”, lo que queda claro era que la diversión dependía exclusivamente de nosotros y nuestra imaginación.



Los Pezones

Durante esta Teletón, en la noche de las vedettes, aparecieron en pantalla hermosas animadoras prácticamente en cueros, salvo algunas de ellas por las estrellitas que le tapaban los pezones, eso me recordó que cuando era niño, en el cine “Condell” había un afiche de una película que se llamaba “Ese Cuerpo Tan Deseado” y salía una actriz semidesnuda, pero con estrellitas en los pezones, también en el diario “La Estrella” de la época, que en ese tiempo era como el tabloide “top” del momento, en la sección cines, veíamos varias actrices de generoso busto y en la publicidad del “Gordito de la Noche” la misma cosa, pero con las famosas estrellitas en los pezones. Por supuesto que yo nunca había visto uno en la vida real y me imaginaba que debían ser diferentes al de los hombres, nosotros podíamos mostrarlos y las mujeres no. También me recuerdo que en el Estadio Valparaíso, donde Wanderito le cuesta tanto ganar y nos hace sufrir, vemos en la entrada unos atletas desnudos, a los que se les aprecia el aparato genital masculino, pero en reposo, al igual que el trasero, eso también me llamaba la atención, ¿porqué las mujeres no podían en estatuas mostrar sus genitales, pero si sus senos con pezones de mármol o bronce esta vez incluidos?, era realmente raro.
El cura en el colegio nos decía que el sexo y el cuerpo humano desnudo era tentación del demonio y que nos podía hacer caer en pecado y nos convertiríamos en unos imbéciles, cosa que no me afectó, porque a pesar de haber caído innumerables veces en pecado no desarrollé ninguna enfermedad psiquiátrica, o al menos eso creo. Bueno, pero volviendo al tema, yo me imaginaba que los pezones de la mujer debían ser parecidos a los nuestros, lo que me recuerda el chiste del huasito que estaba dibujando en una muralla en el campo, una mujer desnuda con tres o más pezones en cada seno, igual que una vaca, el papá lo mira y piensa… parece que voy a tener que enseñarle educación sexual a mi hijo….
Yo pensaba, debido a las enseñanzas de la oscura inquisición que nos acechaba en el colegio, que los pezones eran pecaminosos. Hoy he calculado el tamaño del pecado, multiplicando Pi * r^2, obtengo la superficie del círculo, o sea en este caso la superficie del pecado, para este caso sería radio de 1,5 cm * Pi, lo que da un área de pecado de 4,71 centímetros cuadrados y como son dos pezones una mujer promedio tendría un área de 9.42 centímetros cuadrados de pecado…



El Mal de Diógenes

El otro día celebramos el cumpleaños de nuestras hijas y cuando comprábamos las serpentinas y globos, a mi mujercita se le ocurrió la idea de llevar unos platos plásticos desechables de varios colores que eran muy bonitos. El día de la fiesta cuando servimos la torta usamos los platos, todo iba normal hasta que cuando ordenábamos la casa, mi esposa empezó a guardar los platos para lavarlos… ¡nooo! le grité, o al menos lo hice en mi imaginación, no los laves hay que votarlos, son DESECHABLES, me costó convencerla y de mala gana los votó. Al día siguiente, pensando en la anécdota de los platos, realicé un recorrido por la casa, encontré botellas desechables, vasos desechables, platos desechables, cubiertos desechables, manteles desechables, servilletas desechables, diarios, cajas vacías, recortes de géneros, tarros y frascos vacíos, un par de radios malas, una juguera dada de baja, una máquina de moler carne que ya no sirve, libros viejos, herramientas oxidadas, ampolletas quemadas, corchos suficientes para una embotelladora de vino, tapas de botellas, restos de computadores, relojes de cocina averiados y una infinidad de cosas que ya son solo cachureos. Después de meditar unos 5 segundos, llegué a la conclusión que tengo el mal de Diógenes. Mi hija me recordó la historia que varias veces le había contado… que cuando yo era niño un día me mandaron a la matiné del “Teatro Victoria” a ver una película de monstruos o alguna parecida y al volver a la casa me habían ordenado la pieza y botado todos mis tesoros, perdón, cachivaches, de ahí venía según ella mi trauma infantil. Una vez detectado el origen de mis males, decidí tomar el toro por las astas y poner punto final a la situación, tomé todas esas cosas inservibles, las seleccioné por categoría y las metí en cajas y aunque ustedes no me crean… después de mirarlas un rato pensé que a futuro podrían servirme y ¡no las boté!, me las llevé a mi taller que tengo en Valparaíso en un garage y las guardé ordenadas por si las moscas, inclusive pensé en algún momento programar una base de datos nueva en el computador, que se podría llamar “Diógenes Office, V.1.0”, para tener un control total del stock. Tal vez se podría interesar Bill Gates y me hago millonario. Se me ocurre que a lo mejor soy el primer cachurero del mundo en tener todo clasificado en un PC, creo que merezco una entrevista de alguno de los canales “Discovery”.



Gracias Atari 800 XL
Hace muchos años, a inicios de la década de los 80, fui donde un matrimonio amigo de visita con mi mujer y mis hijas. Después de un opíparo almuerzo pasamos al living a descansar y hablar de la vida y otras cosas. En un momento de la tarde comenzamos la retirada a casa y justo cuando paso por un mueble del comedor, veo un aparatito parecido a una calculadora, pero con una pantalla digital de esas en blanco y negro, le pregunto a mi amigo ¿Qué es esa cuestión? Y me responde en un tono altanero… “es un computador…”, ¡Qué! le replico, si es un computador de bolsillo. En realidad era una calculadora Casio que se podía programar en Basic. Se lo pido prestado un momento, lo examino y le pido el manual, que comienzo a leer y aplicarlo al “computador”. Para abreviar la historia; eran ya las once de la noche y mi esposa me pedía que nos fuéramos, porque las niñas tenían que ir al jardín al día siguiente. Esa noche no pude dormir y a primera hora me dirigí a la Avenida San Martín en Viña del Mar, a “Coelsa”, que era el distribuidor de Atari en la zona. Pregunté el valor del equipo y valía algo así como 120 mil pesos, una fortuna para esos años, pagué al contado 40 mil y firmé dos letras a plazo. Ese mismo día empecé a programar en Basic y me di cuenta de la potencialidad del equipito, hablé con Roberto Nicolini y comenzamos una sección de computación en el programa que fue un éxito y que luego se transformó en Tongas, inclusive vendí en esos años a muy buen precio un logo deportivo a Chilevisión, todo un logro para un Atari 800. Además el rector del Colegio Mackay, Nigel Bluckburn, me vio en la TV y me llamó para contratarme a cargo de la academia de computación y robótica del colegio, donde estuve varios años junto al profesor David Dunsmore. Allí fabricábamos interfaces para mover motores, luces y toda suerte de artilugios mecánicos y electrónicos. También instalé en el Sporting de Viña del Mar un sistema con el Atari para poner en las pantallas los detalles de las carreras, software que también vendí a la empresa. Realmente me abrió este aparatito un montón de posibilidades que las fui aprovechando. Sin falso orgullo, creo que fui un adelantado de la época, aunque hoy día sea probablemente un atrasado de la época. Recuerdo que compré a través del tiempo una cantidad increíble de computadores, por lo menos debo haber tenido unos 20 de ellos, inclusive hubo un tiempo en que tenía simultáneamente cinco funcionando en diferentes tareas.

Hoy ya me aburrí de comprar equipos y tengo modestamente un PC del año 2004 que me funciona a las mil maravillas, lento pero seguro, no temas ir despacio, solo teme no avanzar… esos son mis lemas de hoy, en que veo la vida más relajado y tratando de disfrutarla a concho.



Mi Primera Máquina Fotográfica

        Estaba esperando el trolebús para irme a casa, el paradero quedaba a las puertas del antiguo teatro Valparaíso, donde hoy funciona una maldita multitienda. De repente aparece un compañero de curso y me dice sin preguntarle “voy a mi laboratorio fotográfico” ¡Qué! digo rápidamente y me dice si, a mi laboratorio a revelar una fotos. Por supuesto que mi naturaleza bastante curiosa desde niño no pudo más… ¿me podrías invitar a conocer “tu laboratorio”…? claro, vamos. Lo seguí ansioso a su domicilio que quedaba a pocas cuadras del colegio. Nosotros íbamos en sexto año de humanidades en  “La Salle” de Valparaíso. Entramos a un segundo piso donde nos recibió su mamá muy atenta y pasamos a su pieza que tenía una escalera en la muralla que permitía subir a un sucucho, perdón, a un laboratorio, allí tenía fabricada con cartón, madera y una vieja cámara fotográfica de fuelle una maravillosa ampliadora de fotos, me enseñó el proceso de tomar una fotografía, sacar el negativo a oscuras y meterlo en el revelador y el fijador, después de unos minutos prendió la luz… ¡milagro!, aparecieron unas imágenes negativas en la película, no lo podía creer. Con un antiguo secador “Somela” (en ese momento era nuevo) eliminó la humedad de la superficie de la película, encendió la luz roja y la puso en la ampliadora, proyectó la imagen en un papel fotográfico y la dejo encendida por unos segundos, luego tomó el papel y lo sumergió en el revelador, mágicamente, o al menos eso yo creía, comenzó a  verse suavemente la imagen de la película, pero esta vez en positivo y luego unos minutos al fijador. Quedé realmente impresionado, anoté lo necesario para comprar todos los líquidos, papeles y lo que fuera necesario, partí rápidamente a “Forestier”, que era la tienda fotográfica de moda en ese momento. Cuando llegué a mi casa le puse película a la máquina fotográfica de mi hermana, quise tomarle una foto a la nana y huyó despavorida, luego seguí con un vecino y a todos los que se quisieron poner al frente de mi lente, me sentía un verdadero director de cine. Repetí el proceso que me enseñó mi amigo y logré unos hermosos negativos. Mi mamá creyó que yo era un genio, por supuesto que no la desmentí y me aproveché de la situación para obtener más capital para mi laboratorio… Así comenzó todo, llegó fin de año y aparecieron las listas con las carreras de las distintas universidades, por supuesto mi primera elección fue la carrera de cinematografía, mi hermano me decía no postules a esa carrera rara, te vas a morir de hambre… pero conté con el apoyo del resto de la familia y me convertí a la larga en director de Televisión, realizando casi toda mi carrera en Canal 4 de Valparaíso y Mundo Mágico. Han pasado casi cuarenta años y todavía recuerdo a mi compañero cuando me dijo en tono casi altanero…”voy a mi laboratorio fotográfico…”


Mi Primera y Última Fiesta

La primera de seguro fue el día de mi nacimiento, o al menos eso espero que hayan hecho mis padres al tener la inmensa alegría que yo naciera. No pude asistir, venía atravesado y como en ese tiempo se usaban los partos naturales, me tuvieron que extraer con “forceps” y quedé muy machucado. La segunda fue el día de mi bautizo y como era de esperar, la guagua festejada es la única que no asiste y la mandan a dormir apenas empieza la fiesta.
Recuerdo también que cuando tenía como 8 años un vecino de la misma edad me invitó a su cumpleaños, era tan grande mi alegría que partí como dos horas antes a la fiesta, cuando llegué le estaban cambiando la ropa… se había hecho caca. Lo terrible vino después, tenía un maravilloso autito a fricción “made in japan” del cual me enamoré a primera vista, cuando volví a casa mi mamá me pregunta ¿de quien era?, le conté que de mi amiguito y se lo había sacado del velador, en ese tiempo no existía la psicología ni los derechos del niño ni de las minorías de algún tipo, rápidamente un cachuchazo y a devolver el autito. Al llegar toqué a la puerta, con mi madre a mis espaldas, y lleno de vergüenza confesé mi primer crimen que gracias a Dios y a unos buenos palos, no fue el inicio de una carrera delictiva.
Bueno, esas fueron las primeras fiestas que recuerdo, pero verdaderamente la primera fue en el Hotel Miramar como en el año 1965. Era una fiesta de curso, nosotros éramos los más chicos del lugar, inclusive al pasar al lado de unos tipos grandes con pinta de matones nos dijeron… “parece que esta es una fiesta infantil”, casi me muero de plancha y de seguro que esos tipos apenas tenían 18 años pero a mí me parecían ancianos. Lo más importante de la fiesta es que el grupo musical que tocaba eran nada menos que los “High & Bass”, o sea los “Jaivas” actuales. Me acuerdo que tocaban de todo y en un momento interpretaron una ranchera mexicana y se pusieron esos sombreros enormes igual que mariachis. En el momento más inesperado el baterista comenzó un solo de batería, era tan extraordinario que comentamos con los amigos… ¡este gallo toca mejor que Ringo Starr…! Después de muchos años tuve la oportunidad de conversar con uno de los “Jaivas”, le conté la anécdota y se acordaba de esas fiestas en el Miramar cuando recién comenzaban.
En mi vida, aparte de muchas fiestas, recuerdo especialmente la de mi matrimonio en la Casa Italia de Viña del Mar. Todo fue fantástico, con varios que se fueron en calidad de bulto, otro que chocó el auto a la salida, uno que le pegó una cachetada a la polola por coquetear con un amigo y lo peor lo supimos al día siguiente, el tío Ítalo se murió de un ataque al corazón en el estacionamiento, fue el broche final de la fiesta y así finalizó la boda, gracias a Dios y para descanso del bolsillo de mi hermano, Los únicos que no se iban eran los del Canal y había que estar pagándole extra a la orquesta, que en ese tiempo no era como ahora; un solo fulano con computadora, eran como 7 músicos que además “comían como sabañón y chupaban como orilla de playa”.
La última fiesta, que me imagino me falta todavía bastante para ir, será igual que la primera, no podré estar presente, estaré en el cementerio y me imagino que mis amigos de juerga la organizarán como tantas veces lo hemos conversado.



HP... (Power Horse)
  
Muchas veces me han preguntado cómo funcionaba el Robot Tongas, si era eléctrico y tenía algún motor... La verdad de las cosas es que el sistema de tracción de Tongas, era nada menos que a "patita" y Roberto algunas veces hacía el papel de una grúa que sacaba o ponía la parte superior de la cabeza, para que yo entrara o saliera de la máquina infernal. Yo quedaba sentado como en un banco de madera y los pies quedaban justos tocando el suelo, hacía como que caminaba y el robot se movía. 
    De las cosas que recuerdo era que cuando terminaba la grabación a veces me dejaban en broma encerrado y apagaban la luz del estudio, hasta que alguien de buena voluntad me sacara.  Otra anécdota que se me viene a la memoria es que cuando recién estábamos grabando los primeros capítulos, tengo una discusión con el productor y dejo botado el robot, este trae a un asistente para que me reemplazara, pero sucedió, gracias a Dios, que era más chico que yo y le quedaban los pies colgando, así que rápidamente me llamaron y volví en gloria y majestad a mi papel de operador de robot... casi me pasa lo que le sucedió al Beatle que se retiró antes que fueran famosos... jajaja. La situación más divertida fue cuando estábamos en medio de una grabación, avisaron que venían unos niños de un colegio a visitarnos... rápidamente me metieron dentro de Tongas, me puse los guantes y entraron los niños corriendo como estampida de ganado, que tantas veces vimos en las matiné del barrio, pero volvamos al tema... Los niños rodean a Tongas y empiezan a hacerle preguntas... uno de ellos me toma la mano e intenta quebrarme un dedo para ver si yo era un Robot verdadero, pego un grito y una de las productoras corre en mi auxilio y se los lleva a otra parte del Canal. Casi soy el primer Robot de la Galaxia con un dedo fracturado.



Hágalo Usted Mismo

En la década del 60, tener una guitarra eléctrica era casi imposible para el común de la gente, pero yo la tuve... Un amigo del colegio llegó con la silueta de una guitarra en cartulina. Rápidamente fuimos a una barraca de madera en la calle Colón de Valparaíso y compramos un grandioso tablón de raulí, una noble madera prácticamente desaparecida de la mayoría de las barracas de la zona y que si hoy la tuviera, al venderla me podría comprar una hermosa y perfecta guitarra eléctrica china, pero sin el sabor que plantea la Mecánica Popular en su frase; "Hágalo Usted mismo". Llegando a casa la cortamos con una sierra manual, fue un trabajo casi de esclavos egipcios construyendo pirámides. Estuvimos varias horas hasta que el contorno quedó perfecto. Después de lijarlo cientos de veces, la llevamos a un pequeño negocio que quedaba frente a la Plaza O'Higgins, donde estaba el último de los lutiers de la zona, para que le pusiera los trastos. Durante la espera de varios días, compramos en "Casa Amarilla" de Avenida Pedro Montt, hoy también desaparecida, la cápsula que transformaba el sonido de las cuerdas metálicas en impulsos eléctricos y así poder conectarla a un amplificador, que por supuesto no teníamos, pero eso no era problema, en mi casa había una gran radio RCA Víctor que en su parte posterior tenía una conexión para micrófono. Conectamos a escondidas de mi mamá la guitarra y la primera canción que se me ocurrió tocar fue "Satisfaction" de los Rolling Stones. El punteo sonaba distorsionado por el parlante que era de mala calidad, pero eso le daba un sonido igual a la guitarra de los Stones y mi amigo presa de entusiasmo dijo que sonaba mejor que la guitarra de nuestros ídolos... Hoy de esa guitarra no queda nada, solamente una silueta en la muralla de un viejo garage de Valparaíso en que la pintamos con bombas para echar tánax a las moscas y que usábamos como  improvisadas pistolas para pintar, en ese tiempo los sprites de ahora no existían o eran carísimos, la prueba era que nadie los usaba para rayar murallas, hubiera costado un ojo de la cara. Para terminar la historia, les cuento que mi amigo nunca fabricó la guitarra y no pudimos tocar juntos, lo que permitió a la larga que se salvaran los famosos Stones y por supuesto los sufridos vecinos del barrio... 

¡Viva el ingenio, vivan los Rolling Stones!



El Mentiroso Photoshop

Antiguamente uno conocía a las personas a través de revistas o de la televisión tal como eran, hoy eso ha cambiado notablemente, he visto en carteles políticos candidatas más hermosas que la Marilyn Monroe y postulantes a los partidos políticos más pintosos que Brad Pitt. Estamos viviendo un mundo de mentiras, ya nadie es como realmente es. 
Yo cuando era niño y no tan niño mis fotos generalmente eran un cercano reflejo de la dura y triste realidad. El retoque prácticamente no se hacía, era demasiado caro. Había algunos artistas que lo hacían directamente sobre la fotografía y aprovechaban de pintarlas cuando eran en blanco y negro.  Me ha pasado varias veces que me he encontrado con algún personaje público y he quedado impactado pensando que tiene un cáncer avanzado u otra enfermedad grave, todo esto producto de la imagen celestial que uno tiene a través de los retoques del Photoshop. Creo que debiera haber una ley  (a pesar que tenemos tantas que no cumplimos), que no permita (de nuevo estamos prohibiendo) el uso de Photoshop para hermosear la realidad, aunque algunos amigos diseñadores se quedaran con menos pega. Así sabríamos de qué estamos hablando y no nos llevaríamos sorpresas desagradables. 
    He visto más de alguna vez candidatos junto a un personaje importante del mundo de la política, sabiendo que este último no conoce al candidato ni en pelea de perros. Solo por milagro "Fotochopiano" aparecen juntos, es como si el perfil de mi facebook lo compartiera con algún líder como Mao, Obama, Piñera, Bachelet o Fidel aparentando ser íntimos amigos. 
    Hablando de fotos, hoy tuve la oportunidad de ver el álbum del funeral de  mi abuelita... es un verdadero mar de lágrimas, todos con las caras descompuestas... hubiera sido un verdadero festín para el Photoshop. Nadie aparecería llorando y todos estarían con los rostros felices mirando al cielo, inclusive a la abuela la hubieran puesto sonriendo en espera del creador.
    Conozco a un candidato que no es de mi tendencia, pero sé que es una persona honesta y tiene recursos muy limitados para la campaña, de seguro no le alcanzó para el retoque “Fotochopiano”,  así que si ven en la parte posterior de alguna micro de Valparaíso algún postulante a concejal que no se parece a Paul Newman... de seguro es esa persona, tal como es en la realidad, pero auténtico y es lo que realmente vale.   Muera el Photoshop...



Las Películas de Terror

A pesar que ya tengo 62 años todavía soy miedoso, no me gusta quedarme solo en la casa y menos en la noche. No es un temor a los ladrones, es a lo desconocido y lo peor que este miedo no se pasa, a veces aumenta. Cuando voy al baño siempre abro la cortina de la tina, debo imaginar que habrá un ahorcado balanceándose en mi baño o algo parecido. Algún día pensé en ir al psicólogo pero nunca lo hice ni lo voy a hacer, además creo saber el motivo de mis miedos internos y externos... Todo comienza cuando empecé a ir al cine en mis tiempos de juventud, me acuerdo de aquellas tardes en el "Teatro Victoria" de Valparaíso, en que exhibían esas películas de "Drácula", en que aparecía con los colmillos sangrantes persiguiendo alguna doncella de pechos exuberantes.... esa imagen no me dejaba dormir, en especial los generosos pechos que me recordaban que estaba entrando en la pubertad. Me quedó claro que era un clasista, nuca mordía a los pobres o a los feos, al Vampiro le gustaban los filetes de primer corte... Mi intérpretes favoritos eran  Peter Cushing, que era el cazador de vampiros y   Christopher  Lee que hacía el papel de Drácula. El responsable de estas magníficas películas que hoy son clásicos era "Hammer Productions", firma inglesa que se especializaba en films de terror. 
    Recuerdo que un día veníamos de la matiné del Victoria y en la casa estaba mi tía Elena, que eran esas tías antiguas que pesaban como 100 kilos y eran muy simpáticas y siempre abanicándose por los bochornos. Al llegar nos preguntó de dónde veníamos y mi hermano le dice de haber visto las películas "Godzilla, Rey de los Monstruos" y "La Cabeza Maléfica", en esta última un pirata sin la cabeza sobre sus hombros buscaba vengarse de sus enemigos, portando la cabeza colgando de las mechas en una de sus manos. Mi tía le dijo a mi madre; "Estos niños se van a volver locos con tantas películas de monstruos"
    Otra película que me causaba terror era "La Mosca de Cabeza Blanca", con la actuación de Vincent Price. Había una escena en que la mosca tenía la cabeza cambiada por el protagonista y volaba por el jardín y se escucha en voz aguda "Help me". Conversando con una amiga Italiana me contaba que ella también vió esa película en Roma y la mosca gritaba "Aiutami, aiutami", me imagino que si la doblaron a otros idiomas lo gritaría en alemán, ruso, polaco, etc. La mosca era medio políglota, pero el terror era el mismo. 
    La cantidad enorme de películas de terror que vi sobrepasaría cualquier listado;  "Frankenstein", "El Hombre Lobo", "El regreso de los Muertos Vivientes" y muchas más. Pero no puedo dejar de nombrar a "La Momia", lógicamente en su versión de 1932.  La daban en el "Teatro Avenida" en la Avenida Argentina de Valparaíso. Cuando  entrábamos al cine uno llegaba después de un largo corredor a la parte de adelante a un costado del enorme telón. Me recuerdo que hago mi entrada triunfal, la película había comenzado y lo primero que veo es una momia gigante como de 4 metros de alto en primer plano, casi me desmayo de susto, tiritando logré sentarme en una de las primeras filas, fue una experiencia límite. 
Algún cinéfilo me dirá que dejé muchas películas fuera de la lista, es verdad y lo hice porque algunas se me han olvidado y podría ser latoso nombrar tantas y tantas que nos hicieron temblar de miedo cuando niños, en todo caso lo destacable es que ese miedo no lo daban los efectos especiales, ni la sangre o miembros cortados y tripas desparramadas cual verdadera parrilla dieciochera, era la atmósfera que lograba crear el director y que a uno le paraban los pelos de punta.



La Tercera Edad

Pasé a 
"La Tercera Edad" de un momento a otro, bueno en realidad fue hace un par de años. El primer indicio fue cuando entrando al Jardín Botánico en Viña del Mar, alguien que iba en mi auto le dijo al guardia; "los mayores de 60 pagan menos...", el guardia no dijo nada, pero cobró las entradas rebajadas, así que pasé la situación sin darle importancia. La segunda vez sucedió cuando renové mi carné de identidad. Me habían dicho que siempre estaba lleno, pero un primo me contó que en Valparaíso hay algo así como una fila para la tercera edad, pensé que sería bueno, si ya estoy viejo por lo menos debo sacarle algún provecho. Mientras caminaba hacia las oficinas del Registro, para que vean lo optimista que soy, me imaginaba como le diría a la persona a cargo que yo tenía 62 años por si no se daba cuenta, apenas entro, sin que yo dijera algo se me acerca una amable funcionaria, que por supuesto la odié, y me dijo; "usted ¿cuántos años tiene...?" bueno me envió al sector de la tercera edad, que queda a un costado de las otras bancas, me sentí mirado por las 30 ó 40 personas que estaban en espera. Una ancianita estaba a mi costado derecho e inmediatamente al ver a este joven tan apuesto me empezó a contar su vida y en el costado izquierdo sentaron a tres viejecitas y un viejito... en ese momento recé interiormente para que no entrara algún amigo y me viera en tan deplorable situación y me tomaran, como se dice, "para el tandeo". Al cabo de cinco minutos fui llamado al escritorio y la persona a cargo me ve, revisa mi carné y me dice que para otra vez mejor haga el trámite en Viña y así no tengo que hacer tanto esfuerzo en venir a Valparaíso, sacando fuerzas de flaqueza le dije "es que mi empresa está en Valparaíso y vengo todos los días"... bueno fue una mentirilla blanca para salvar el prestigio ya por los suelos del Registro Civil. Pero lo peor aún no había llegado, cuando subo al bus que iba a Viña, una señora de edad me dice "Caballero... siéntese por favor..." y me ofrece su lugar. Con todos estos acontecimientos creo que me he graduado con honores como miembro de la tercera edad y con nota siete... jajaja


El Más Allá

Este año me ha tocado ir a demasiados funerales, debe ser porque estoy más viejo, antes iba a cumpleaños, después a fiestas, matrimonios, bautizos y ahora entierros de amigos. En el último que asistí pensaba durante la misa sobre que hay después de la muerte y llegué a la conclusión que es algo que a todo el mundo le intriga "el famoso más allá", hay diversas teorías según la religión que uno practique o investigue, unos creen que se reencarnan, otros que nos vamos al cielo y algunos creen en nada... sencillamente se apaga la luz. Yo personalmente creo que hay vida después de esta, sea en espíritu o en otra dimensión o en algo que no sabemos, lo importante desde mi punto de vista es creer que hay algo más, la sola idea que se "apaga la luz" me aterraría, si pensara así no le vería justificación a nuestro pasar aquí en la tierra. Se han escrito muchos libros que hablan del túnel con la luz en el fondo, hay científicos que dicen que eso pasa cuando comienza a faltar el oxígeno del cerebro en determinadas circunstancias, hay otro científico que vi en el "Discovery Channel" que inventó un casco que estimula ciertas áreas del cerebro y uno empieza a percibir una presencia mística,  que según él eso es lo que le pasa a los santos que han visto a Dios, a la Virgen o algo similar. En fin hay un gran número de teorías y creencias.  También está la discusión si solo somos cuerpo y si habrá alma o espíritu. Para que fuera verdad la posibilidad de recordar vidas pasadas es necesario tener un espíritu, ya que sería imposible transmitir todos los recuerdos a partir de una simple célula al momento de la concepción. También se cree que el cuerpo pesa algunos gramos menos cuando el alma lo abandona, suponiendo que esta tuviera peso, pero con la física cuántica ahora todo es posible, dicen que la energía es materia y la materia energía y que hay partículas que están al mismo tiempo en diferentes partes.... difícil de entender. Uno de los mayores problemas para estudiar el cerebro es que nunca encuentran los puntos precisos donde están algunas funciones, creo que se debe a mi teoría que el cerebro solo es una interface entre el alma y el cuerpo, en el espíritu está todo, el cerebro solo lo traduce como un radio receptor, al menos eso creo yo. A veces me pongo a discutir con un amigo que si hay o no vida en el otro lado... ¿Qué piensan ustedes...? hagamos una apuesta, yo digo que hay vida en el más allá... quién ganará, lo siento, solo yo gano. Si tengo la razón gané, si la tienen los que no creen, nunca lo sabrán.


El Guatón González y el Sexo

Antes de comenzar esta crónica de la vida real... quedan advertidos que todos los nombres y lugares están cambiados para evitar posibles demandas, pero entrando en el tema, un día y año ya olvidado en la década del 60 voy de visita donde un amigo y su hermana, cuando llego me dicen, "Gastón, tenemos que contarte algo increíble, pero tienes que jurar que no le contarás a nadie" , bueno dije yo pensando que era algo relacionado con un robo de dulces, monedas al papá o algo similar... ¡NO! era algo para no creer, digno del programa "Aunque Usted no lo Crea". Pongo atención y la hermana me dice "El Guatón González del octavo piso nos contó que las guaguas se hacían con la pirula del papá y por donde la mamá hacía pipí..." en un primer instante pensé que era una broma, pero los miré a los ojos y estaban con la mirada seria... era verdad, que increíble pensé... por supuesto que el secreto lo guardé profundamente, jamás me hubiera atrevido a contárselo a mi madre, fue mi primer acercamiento al sexo. También recuerdo que un día reunieron a todo las preparatorias del colegio en la capilla y un doctor cuyo nombre no recuerdo nos explicó cómo funcionaba la reproducción, dibujó un espermio y un óvulo que al juntarse se transformaban en una guagua, pero no explicó lo más importante, que era de donde salía el espermio y como se llevaba para que se juntara con el óvulo, esta enseñanza tuvo como resultado que cada vez que me decían que una mujer soltera embarazada había cometía pecado, yo pensaba y que culpa tiene ella que el espermio se haya juntado con el óvulo... Otra vez caminado después del colegio con un compañero me dijo que las guaguas salían por donde la mamá hacía pichí, tampoco lo podía creer, nunca lo había pensado. En realidad la educación sexual era muy mala, me recuerdo que un profesor del colegio decía que debían haber playas solo para mujeres y otras para hombres y que los niños no debían llevar el pantalón corto más arriba de la rodilla, porque podía causar tentación a los compañeros. En mi casa un día apareció la "Enciclopedia Barsa", que fue fiel compañera de mis tareas del colegio, en el tomo dos aparecía en papel transparente un hombre y una mujer desnudos, pero solamente la mitad, la otra parte eran los interiores y uno al mover las hojas iban cambiando, pero yo solo miraba los senos de la mujer, o mejor dicho el seno, el otro solo eran los músculos y glándulas. También hojeaba a escondidas  el libro "El Matrimonio Perfecto", que tenía el papá de un amigo en su biblioteca, era fascinante y explicaba todo lo relacionado con el sexo, inclusive hoy tengo el mismo libro y cuando alguna vez lo hojeo me trae gratos recuerdo de esa época. La mejor anécdota de esa tiempo fue la de un compañero que hoy es médico radiólogo, resulta que siempre andaba hablando y leyendo cosas del sexo y un día estábamos en clases y el profesor lo pilló leyendo la famosa revista "Luz", cuando el profesor va caminando a su escritorio alguien le gritó "Te apagaron la luz compañero...". Después que hayan leído estas aventuras sexuales, se darán cuenta que nuestra o al menos mi educación sexual era pésima y sabíamos nada de nada, pero como todo lo relacionado con el sexo, hasta el más bruto lo aprende sin repetir ese ramo, cosa que sucedió en mi caso y hoy estoy casado y tengo dos maravillosas hijas, que tengo claro que no las trajo la cigüeña de París.



My First Stereo

En la década de los 80 salió a la venta un equipo Sony y su publicidad era; ”My First Sony...” Eso me trajo a la memoria cuando compramos en la década del 60 un equipo Grundig Stereo. No puedo dejar de recordar que apenas llegó el equipo, o mejor dicho la radio electrola a la casa, pusimos el único disco que teníamos en stereo y que era el de Los Shadows, mi amigo que me acompañaba me dijo que algo pasaba, a él le sonaba en el parlante izquierdo la guitarra de Hank Marvin interpretando "Sonambulismo" y no por el derecho como era este caso... mi amigo me dijo que estaba malo el equipo. Cuando estábamos a punto de hacer valer la garantía, decubrimos que estaban al revés los cables de los parlantes. Otro detalle del Grundig era que tenía la particularidad que su radio FM era stereo, pero el problema es que la luz roja que lo indicaba estaba siempre apagada, fuimos a reclamar y nos dijeron que el problema se debía a que no había emisoras stereo en la zona, hasta que llegó el día en que la Radio de la Santa María emitiría a contar de tal día a tal hora en stereo, estuvimos esperando con ansias que se produjera el milagro, hasta el momento que el locutor avisó del cambio y se encendió la mágica luz roja que señalaba que estábamos en stereo... ese fue “Mi Primer Stereo... Mejor no les cuento las aventuras que tuvimos con “My First Cuadrafónico”.-


Vivan los Beatles

A propósito de la actuación de Paul en la inauguración de las Olimpíadas, me recordé que hace más de 45 años iba hacia la casa de un amigo, cuando llegué a la puerta y había tocado el timbre, se asomó del segundo piso y me dijo "apúrate, que están tocando el último tema de los Beatles", como buen fanático subí rápidamente por la escalera, y alcancé a escuchar los primeros compases de la guitarra de George y la suave voz de Paul... "Yesterday... All my troubles...", no lo podía creer, era otra maravilla más de la música de los Beatles. A muchos amigos jóvenes hoy les cuento ese momento inolvidable que ellos no pudieron vivir por ser jóvenes... yo lo viví porque ya pasé de los 60 años... pienso; a lo mejor me gustaría ser más joven y no haber vivido ese momento, en realidad no lo tengo claro, sólo sé que los Beatles son magníficos e inmortales.


Como Conocí a Rafael... pero a Rafael Palacios

Este día lunes fui a Lo Vásquez a visitar el Santuario, cuando subía las escalinatas hacia la Iglesia y el sol calentaba el aire frío del Invierno, escuché “Voy caminando hacia ti....”, si eran ellos... Los Blue Splendor, a través de una vieja radio del maestro que estaba reparando los adoquines. Entré a la iglesia y en su interior también se escuchaba al vocalista... para un fanático como yo fue como una oración, me senté en una de las bancas y empecé a recordar.... Estaba un día parado en la puerta de mi casa en algún lugar de Valparaíso, cuando pasó Rafael Palacios, el mítico cantante ya desaparecido  de los famosos Blue Splendor... Tenía ganas de hablarle pero no me atrevía, aun así me acerqué y le dije “Hola... soy Tongas y tengo todas tus grabaciones...”, Rafael me saludó amablemente, con su humor que lo caracterizaba e inmediatamente sentí buenas vibraciones. Abrió su maletín, en cuyo interior había una completa discoteca con todos sus temas. Me dijo “Este CD está recién grabado con nuestras últimas canciones... a un amigo se lo dejo solamente en $5.000”, rápidamente al mejor estilo de Billy the Kid extraje mi billetera y saqué el dinero con dolor de mi bolsillo. Cuando llegué a mi casa me di cuenta que era una copia “pirata”, o mejor dicho en este caso “casera”. Luego le conté que trabajaba en UCV TV, rápidamente, me dijo que ellos no tenían un verdadero registro de sus canciones en video, en ese momento  surgió la posibilidad de grabar uno de sus conciertos, lo que se concretó en el “Pub Errázuriz”, fue un gran éxito de sintonía, lo que nos llevó a grabar el concierto del “Teatro Municipal” cuando celebraban el nombramiento de “Patrimonio Musical de Valparaíso”. Este video lo hemos exhibido varias veces en fechas importantes del año, pero el momento más emocionante fue cuando, después que UCV les cediera los derechos completos de la grabación, asistí a la entrega del DVD y Rafael me llamó al escenario a entregárselo personalmente al grupo, subí nervioso por las escaleras al escenario recibiendo la ovación del público... por algunos momentos me creí uno más del grupo... Rafael me dio un gran abrazo que hasta hoy lo siento... luego me fui a sentar y pude disfrutar de la presentación del grupo, pero lo más emocionante fue que cuando miré la carátula del DVD vi mi nombre impreso en la misma página que el de mis ídolos de juventud de hoy y mañana. Este DVD junto a su tarjeta de visita y el recorte del diario que anunciaba que Rafael nos dejaba para siempre, lo guardo como un preciado tesoro.-


Fritanga de Papas Fritas

No... ésta no es una receta de cocina, es el término generalizado con el cual los sonidistas de la vieja guardia mencionaban el sonido que producía la aguja de un Pick Up o tocadiscos cuando este estaba rayado. Hoy esto ya no sucede debido a que los CD no tienen ese problema, tienen otros peores, por ejemplo se quedan pegados o el lector de CD no los reconoce. En tiempos pretéritos los vinilo funcionaban igual, con ruido de fondo, pero sonaban, a lo más se quedaba pegado en una misma frase. Esto me recuerda una fiesta, o mejor dicho un malón entre 19:00 y 24:00 horas como máximo en que estábamos escuchando “Tutti Frutti”, viejo tema de “Little Richard”, al llegar a un momento de la canción esta se quedó pegada justo cuando Ricardito emitía su característico y estridente alarido, seguimos como 5 minutos al compás del grito, era realmente alucinante, hasta que alguien le pegó un empujón a la cápsula y nos cortó ese momento de sano éxtasis sin droga alguna, a lo más un poco de "clery" que preparaba la dueña de casa, que estaba siempre presente en la fiesta prendiendo las luces del living y tocando el violín a los que intentaban sobrepasarse con alguna lola de la época. Todo esto que cuento me lo trajo a la memoria cuando fui a Casa Amarilla a comprar un disco y recordé que en los años 80 un día entré a comprar un LP o Long Play y no había ni uno, los estantes estaban llenos de cassettes, pregunté al vendedor y me dijo que estaban obsoletos los discos de vinilo, no lo podía creer. Volví una década más tarde y ya no estaban los cassettes, solamente habían CD por todas partes, nuevamente tuve una frustración, hoy he vuelto y ni siquiera estaba la Casa Amarilla, que era tan famosa en la región de Valparaíso. Todo ha ido desapareciendo de a poco en ese lugar ya casi maldito, así que espero no pasar siquiera por la vereda de enfrente, capaz que ahora me toque a mi desaparecer y pasar a mejor vida....



Lavado de Cerebro

Cuando era niño iba a la matiné del Teatro Victoria en Valparaíso, recuerdo que tenía una gran hall antes de llegar al foyer central, donde había una dulcería que vendía lenguas de gato y unas galletas bañadas en chocolate envueltas en papel de aluminio, no plástico como hoy en día... pero parece que me estoy saliendo del tema... Bueno, la película era "Gunga Din", que tenía como argumento a un indio (de la india) que trabajaba con las fuerzas británicas. Al final de la película estaban a punto de ser masacrados por los adoradores de la diosa Kali, en ese momento Gunga toca un clarín avisandole a los ingleses, estos aparecían y salvaban al ejército y Gunga era un héroe, yo gritaba de emoción durante la película. Otra que recuerdo era una de vaqueros en que los indios tenían rodeado el fuerte y el jovencito, que siempre era rubio, pintoso y de casi dos metros  salvaba a los azules y mataba a todos los indios... el teatro se venía abajo con la gritadera. Después del cine corría a la casa a escuchar  "Ojo de Aguila", que era un científico que salvaba a la humanidad de los malos... el locutor era uno de los hermanos Moltabán y con un fondo de órgano hammond decía "En el alto pico de una montaña vive un hombre de ciencia dedicado a combatir el mal....". Otro día en el colegio los curas nos contaban que los rusos eran malos y nos pasaban películas de la invasión de Checoeslovaquia y un sacerdote que había venido especialmente nos daba una charla... al pasar los años fui creciendo y me di cuenta que Gunga Din era un traidor a su raza, el jovencito  del oeste era un desgraciado que usurpaba a los indios, quienes tenían la razón, el programa de radio era de "La Voz de las Américas" radioemisora propagandística de los EEUU y los malos que aparecían eran los comunistas... Estuve sometido toda mi infancia a un verdadero lavado de cerebro. Hoy he concluido que no solamente los rusos eran los malos de la película, los gringos también lo eran junto a sus aliados...



El Día que me Quieras

Estimados Amigos: No es una petición, un llanto de amor o algún devaneo químico hormonal, es el título de una de las principales e inmortales películas de Carlos Gardel...
 "El Día que me Quieras". Mi padre me contaba que cuando se estrenó en Chile allá por los años 30, la sala de cine se repletaba hasta el último asiento y espacio disponible... se apagaban las luces y los aplausos eran estruendosos, casi se venía abajo el cine, todo transcurría normalmente hasta que Gardel cantaba el tema que le daba el nombre al film, terminaba la canción y todos gritaban, aullaban, insultaban al "cojo" (encargado del proyector), y otros improperios más. Este último encendía las luces, devolvía el rollo y pasaba varias veces la misma escena con la misma canción, hasta que el respetable se tranquilizara. Esta anécdota se me había olvidado, hasta que fui al estreno de "Woodstock" en el cine Brasilia de Valparaíso en la década del 60, entré en matiné, todos fumaban cigarros y de la buena, recordemos que era la época del hipismo. Termina la película y nadie se movía de sus asientos y los carabineros no se atrevieron a sacarnos a la calle, así que se abre la puerta y entra el contingente de fanáticos de la vermut, que ocupan los pocos espacios vacíos, el humo de puchos era mayor aun, pero a nadie le importaba, nadie conocía al famoso "Don Miguel" que aparecía en las cajetillas de cigarros y que todavía no se enfermaba de cáncer, todos estábamos felices. Termina la función y nuevamente nadie sale, para abreviar les cuento que entran los melenudos de la función noche y nuevamente todos estábamos en el paraíso. Estas dos historias me hace preguntarme... ¿Pasará esto alguna vez con algún film moderno?, si no es así será que hemos perdido nuestra capacidad de asombro, acaso estamos demasiados bombardeados con información, de tal manera que ya nada nos llama la atención, realmente no tengo la respuesta.-



Lo Desechable

El otro día cuando falló el tubo florescente de mi cocina, compré uno nuevo completo, con canoa, tubo y demases. Al descolgar el antiguo me encontré con un portaviones de 5 kilos, de lata de acero gruesa y con vida para varios milenios más, comparando el nuevo con el descolgado, me di cuenta que era la chatarra más ordinaria que había visto en años, no creo que dure 3 décadas como la canoa antigua, a lo sumo 6 meses... Está claro que esta no es una sección de electricidad, pero todo esto me trajo a la memoria aquellos grupos que fueron o son desechables. Apenas me atrevo a nombrar algunos... podrían ser los españoles "Locomía" o tal vez los "New Kids on the Blocks (parece que así se escribía el nombre). Si hay algún fanático de ellos por favor que me perdone, mi intención no era ofenderlo... mi intención era decirle ¿Cómo es posible que nos hayan gustado?, si eran tan desechables. Lo difícil, me decía mi amiga Marcela Venegas, es ¿Cómo saber si realmente serán desechables? y tiene toda la razón, por ejemplo se pensó en un inicio que los Beatles o Elvis solo eran producto del marketing gringo, pero no fue así y superaron todas las barreras del tiempo y la crítica. Esto me hace pensar lo fácil que nos resulta seleccionar las sandías caladas de nuestro programa, tampoco somos un estelar de cocina, me estoy refiriendo a los video clips. Todos los temas que emitimos son ya famosos y forman parte de los recuerdos del colectivo de fanáticos de la música. Generalmente estos programas del recuerdo tienen muy buena sintonía debido a que el ranking ya está finiquitado hace varios años, los éxitos del ayer, son éxito hoy día. El último pensamiento que llega a mi cerebro ya fatigado por escribir esta columna es; ¿Será este programa también un producto desechable?, eso solo lo sabe Dios y depende de ustedes.- (esto lo escribí cuando dirigía el programa "Tiempo de Consagrados")



Made in Japan

El otro día en una conocida tienda de calzados  vi unos hermosos zapatos, al leer en su interior vi una etiquetita que decía "made in italy", o al menos eso creía yo debido a que mi agudeza visual ha mermado, pero como la agudeza intelectual ha aumentado con la experiencia, pensé... a este precio no puede ser, miré con la mirada que hubiera ocupado Sherlock Holmes y en realidad leí esta vez "mode en italy", que era totalmente diferente a lo que había visto la primera vez. Quizás cuantos incautos han caído y se llevan un par de zapatos creyendo que son italianos. Esto me sirvió para acordarme que cuando era niño un tío me trajo un juguete a pilas que tenía impreso en el metal "made in japan"... todos nos reíamos y decíamos que juguete más malo... para nosotros esa identificación era sinónimo de mala calidad.... han pasado los años y hoy tener algún producto de cualquier tipo "made in japan" es garantía de excelencia, inclusive tienen un precio más alto. Deduzco, pensando como Holmes, que en aquellos productos que llevan el papelito "made in china", y que hoy es un sinónimo de mala calidad, en un tiempo muy lejano va a ser todo lo contrario, así que les recomiendo guardarlos porque van a ser de colección. Si no hubiera botado mis juguetes nipones o la primera transistor hoy los tendría y los podría vender a  muy buen precio... esta es solo una recomendación. En todo caso la clave es made… no mode.



El Pestañazo

A principio de los 60... junto a  mi madre, iba al colegio temprano en la mañana en un viejo trolebús, que en ese instante era nuevo... al llegar a la esquina de Avenida Argentina con Pedro Montt miré hacia un quiosco de diarios, colgado en uno de sus lados había una imagen del Viejito de Pascua... "Mamá, ¿Cuánto falta para la Pascua?", "tres meses Gastoncito (así me llamaba mi madre), recuerda que estamos a principios de Octubre". Me pareció una cifra tan enorme como incomprensible para mis 10 años de edad, me quedé pensando y la mamá me dijo... "No te preocupes, un día vas a despertar en la mañana y verás que es Navidad"... Continuamos nuestro viaje hacia el colegio y me olvidé de la conversación. Sin darme cuenta el día de Navidad  me encontré abriendo los regalos. Me acordé de esa pequeña enseñanza,  la espera interminable fue para mí como un abrir y cerrar de ojos o mejor dicho un simple pestañazo, o al menos esa era la sensación que tenía en ese instante... durante el resto de mi vida cada vez que tenía ansias de algo que se cumpliera rápido, pensaba en ese momento. Un pestañazo y salía de sexto humanidades... otro pestañazo y egresaba de la Universidad... otro más y estaba en el altar dando el “si”... más pestañazos y nacían mis hijas... para que seguir, una vida llena de pestañazos... han pasado 52 años y estoy sentado escribiendo este artículo, me parece un simple pestañazo haber llegado hasta aquí. 


Tango

Hoy desperté y me miré al espejo... recordé el tango que cantaba Julio Sosa;  "Que triste y cansada imagen me devuelve el espejo"... ¡Qué extraño!... miré algunas fotos recientes, revisé algunos videos y se confirmaba el tango de Julio. Yo no me siento así, esto era muy raro... lo pensé de nuevo y llegué a la conclusión que mi espejo, mi máquina fotográfica y filmadora están con una falla irreversible, así que las voy a dar de baja y me compraré todo de nuevo. A lo mejor tengo la secreta esperanza que no vuelva a pasar, pero no me importa... aún me siento joven, con ganas y energías para divertirme, amar, comer y pasarlo bien junto a mis seres queridos y amigos...y más encima con tiempo para escribir estas voladas tangueras.



La Nueva Ola

Les quiero contar que tuve la suerte de conocer a “La Nueva Ola” en acción, esto se debió a que ya estoy con una pata en el catafalco. Tenía como 13 años y estaban de moda Los Tigres, Los Rockets, Los Diablos Azules, Luis Dimas, El Pollo Fuentes, de este último guardo el recuerdo que lo vi en vivo en el Teatro Victoria de Valparaíso y en el asiento al lado mío había una lola histérica, que durante toda la actuación parecía estar en trance o que había recibido una maldición del vudú. La verdad de las cosa es que de todos los artistas de aquella época, el que más revolucionó a las masas volviéndolas locas fue este mismo cantante, el juvenil “Pollo Fuentes”. Era común que todos los domingos en Valparaíso estos famosos se presentaran en el Fortín Prat, Teatro Imperio o Victoria y siempre había un lleno total. De esa época me recuerdo cuando vino Adamo, al que fui a verlo al Fortín Prat, causó sensación y cualquier cantidad de fanáticos se subía al escenario y se tomaban fotos antes que los sacaran volando. También me recuerdo cuando vinieron los Iracundos al Teatro Imperio y fui con una novia (Alicia) a verlos, eran extraordinarios, o al menos eso creía. Muchas veces nos llegan emails al programa pidiendo videos de esa época. Pienso que si alguien de los canales hubiera filmado estas actuaciones, a las que seguramente no habría que haber pagado derecho alguno, hoy se haría rico vendiéndolas a los medios de comunicación, pero la verdad es que a nadie se le ocurrió o tal vez en ese momento no valorizamos lo que valían. pero nadie hizo un registro, que mala suerte, o a lo mejor sirvió para que la Nueva Ola se transformara en un mito y solo recordáramos lo buena que era.-



Los Grupos Musicales del Colegio

Allá por la década del 60, el que no tenía un grupo musical estaba “Out”, claro que en esa época era más fácil por una parte y más difícil por otra, pero ¿cuál era la difícil?... tener los instrumentos, hoy en cualquier multitienda venden a bajo precio lo que en esa época era inalcanzable, pero tenía la gracia que uno se construía la guitarra, hacía las bobinas de la cápsula, armábamos amplificadores y nos robábamos los parlantes de la radioelectrola de la casa. Nosotros en el colegio teníamos un grupo musical que se llamaba “Los Top Tops”, tocábamos en todas las fiestas del colegio y nos sobraban las pololas, que eran atraídas por un imán al grupo, era una época en que nos divertíamos mucho, el problema que a veces dejábamos de estudiar por tocar y nos quedábamos repitiendo. Recuerdo una anécdota  muy buena, el guitarrista del grupo nos dijo que estábamos contratados un 18 de septiembre para tocar en el fundo Las Dichas” de Casablanca, era nuestro primer contrato, llegamos muy entusiasmados y comenzamos, pero el respetable público nos pedía cuecas, que para nosotros eran impensables, éramos un grupo casi extranjero... bueno para terminar la historia tuvimos que salir arrancando de la fiesta antes que los huasos nos lincharan... esa fue la última vez que tocamos.






FIN

(por suerte)


Esto es lo Último

Cuando terminé de escribir este libro, se me ocurrieron múltiples posibilidades de título realmente horrorosas, hasta que mi hija Renata y su gran amiga Nicolle, me sugirieron el título con el que fue finalmente impreso; “A QUIEN LE IMPORTA”, que refleja bastante bien lo que sucede cuando regalo uno de estos ejemplares que patudamente los llamo ”libros”. Con la portada me pasó lo mismo, era anticuada, fome y sin gracia, hasta que Renata me salvó diseñándola como un reflejo de lo que ha sucedido en parte de mi vida.

     Les parecerá extraño que no haya contado alguna anécdota de la televisión, después de haber trabajado casi cuarenta años en ella… ¡no se preocupen, las estoy preparando…! 


Mi abnegada esposa leyendo el librito

Diseño portada de Renata Centeno Rosati

Yo cuando guagua... 1950
Con mi mamá en nuestro Ford 41
     Sacándome los mocos en la terraza de mi casa, que quedaba en el Edificio Mutual de la Armada en el 4º piso en Valparaíso
Junto a mi hermano Félix
Mi Papá y mi hermano Félix
Junto a mi hermano y mis primas Verónica y María Angélica
Junto a mi Mamá Olga y mi hermanita
De Tarzán en la playa El Durazno de Quintero (1958)